La mujer de 40 años lleva tres meses acudiendo a Urgencias con fuertes dolores.
Una ceutí quiso ayer denunciar a través de El Faro la situación por la que está atravesando su cuñada que necesita de una operación para quitarle las piedras que tiene en la vesícula biliar. Juana María Hernández dice no entender que los médicos del Hospital Universitario no quieran operar de urgencia a su cuñada, de 40 años de edad, de manera urgente a pesar de que lleva tres meses acudiendo regularmente a Urgencias con fuertes dolores a causa de los cálculos biliares. Según explica a este diario, los médicos argumentan que el protocolo para una operación de urgencia indica que se tiene que dar alguna complicación, de lo contrario, no podrán intervenirla de forma urgente. “¿A qué tienen que esperar? ¿Los médicos están para prevenir la enfermedad no?”, se pregunta esta ciudadana.
Asegura que el cirujano que vio en Urgencias a su cuñada cursó un expediente para una operación de urgencia, pero cuando llegaron a la consulta, “el segundo cirujano dijo que no era urgente”. No obstante, cabe destacar que este facultativo inició los trámites necesarios para operar a la paciente por vía preferente. Ayer mismo, según explica Hernández, su cuñada se entrevistó con el anestesista, uno de los pasos necesarios antes de una operación quirúrgica, mientras estaba en Urgencias, otra vez, con los mismos dolores.
Sin libro de quejas
Hernández indica que en una operación normal el paciente debe esperar entre un mes y seis meses, pero en el caso de ser paciente preferente los plazos se acortan. Dada la gravedad del cuadro de salud de su cuñada, Hernández considera que esta operación ha debió realizarse teniendo en cuenta que en los últimos tres meses ha estado ingresando en Urgencias regularmente. Incluso ha acudido a este servicio varias veces en un solo día. “Estamos allí varias horas, le han puesto hasta morfina, y al cabo de unas horas ha tenido que volver porque le duele”, explica.
Además, esta usuaria explica que en la consulta con el cirujano tuvo un encontronazo con el mismo al reclamar una explicación de por qué no operaban a su cuñada de urgencia. “Hablé con él sin elevar la voz y sin insultar y me echó de la consulta. Quise poner una queja, pero en ‘Atención al paciente’ me dijeron que no tenían libro de reclamaciones, que presentara un folio escrito con la queja”, lamenta.