Miradas que persiguen al espectador en la sala. Independientemente de que se den pasos a la derecha o a la izquierda, se clavan como una espada. Son los rostros de niños, jóvenes y mujeres que posan ante la cámara en escenas cotidianas. Un juego de espejos en el que se condensa la mirada del autor, la del visitante y la del protagonista de la instantánea. Una colección de instantáneas que, a partir de este jueves, queda abierta al público de Ceuta en la biblioteca ‘Adolfo Suárez’.
Su tez y sus ojos severos quedan plasmados en el trabajo del artista antequerano José Díez. Son etíopes del norte del país que escrutan al intruso que los observa al mismo tiempo que llevan su rutina como cualquier otro día. El artífice de esta rica muestra de retratos manifiesta a través de las imágenes las impresiones que le quedaron tras su paso por la nación africana.
“Cuando regresé, me di cuenta de que ese choque emocional y cultural me había dejado huella”, ha confesado durante la inauguración este jueves. Acompañado de la Asociación Fotográfica Miradas, de allegados y conocidos, ha expuesto las razones que lo han motivado a captar a la gente de a pie de la zona.
“Lo que se ve no es solo la instantánea de un niño. Esta exposición junto al libro que escribo ahora, conforman un proyecto que está enfocado en esa perspectiva de él; es para mí reverente e insumisa”, ha expresado.
A color y en secuencia
Díez ha compartido su elección de por qué no ha editado el resultado final con el blanco y el negro. Su razón no es otra que la búsqueda de esa transmisión de alegría a pesar de un contexto marcado por complejidades. Ha explicado incluso que, ha querido meter tanto en el escenario a los espectadores que por ese motivo ha confeccionado una secuencia.
La izquierda responde a momentos del sendero que recorren a diario estas personas para llegar a la libela, un templo religioso de gran relevancia para ellos. A la derecha, una vez ya en su destino final, se abren en primer plano las miradas relajadas e ilusionadas de los más pequeños.
“Se rebelan contra su pobreza y su modo de vida. Se levantan por la mañana y su preocupación es que van a comer o a beber, porque no hay ni lo uno ni lo otro. Al ver que me sonreían o que estaban jugando, al notar todo eso, me parecía tan insurrecto para el ambiente en el que están que por eso titulé así esta iniciativa”, ha destacado.
“Es un centro religioso declarado patrimonio de la UNESCO. Es imprescindible para ellos. Allí son profundamente creyentes”, ha remarcado. Antes de clausurar el acto de presentación, ha invitado a los asistentes a probar a verlas desde distintos puntos para que perciban cómo los escudriñan desde su rostro congelado desde el obturador.
Siempre ha sido un apasionado del mundillo, pero, hasta 2010 no comenzó su carrera oficial. Las cuestiones personales lo llevaron a esperar hasta esta fecha, momento en el que comenzó a dar a conocer su talento. Este le ha valido alrededor de 500 reconocimientos y distinciones entre ellas algunas de calado internacional.