El Gobierno local no podrá reabrir al conjunto de la ciudadanía este mes de octubre, como
creía factible, los senderos que rodean los embalses de
García Aldave, pero la Consejería de
Fomento sigue avanzando en los pasos necesarios para conseguirlo. Fuentes del Ejecutivo que preside Juan Vivas han explicado que la semana pasada se realizó una visita a la zona con la directora general de Urbanismo y
Vivienda, Aurora Visiedo, a la cabeza en la que también participaron técnicos del Área de Fomento y representantes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para “revisar el estado de mantenimiento de los senderos”. La conclusión fue que el mismo es bueno “salvo algunas actuaciones menores que será preciso acometer en el terreno por seguridad”. La Ciudad está ahora pendiente de recibir el borrador del convenio de cesión que rubricará con el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con el propósito de rubricarlo, asumir la gestión de los caminos que perimetran los embalses del Renegado (con unos tres kilómetros de longitud) y del Infierno (más corto) y ponerlos de nuevo a disposición de la población en general, que tenía en ellos una zona de esparcimiento muy apreciada hasta que fueron cerrados. La administración local llevaba años pidiendo a la Confederación asumir la gestión de los pantanos, pero el acuerdo encalló en varias ocasiones por diferencias entre ambas partes sobre los trabajos que correspondería ejecutar a cada una y el reparto de sus costes. Los senderos de los pantanos fueron cerrados hace ahora algo más de cinco años por el riesgo que presentaban en distintos puntos por desprendimientos o caídas de árboles o laderas para los usuarios de los mismos, habitualmente aficionados a caminar, correr o pasear en bicicleta. En este periodo algunas voces han criticado que se plantease su reapertura dado el carácter de infraestructura crítica de los embalses.