Las calles de Ceuta pasaron a estar mucho más
limpias y cuidadas durante el confinamiento debido a la ausencia del hombre por la crisis sanitaria que ha provocado la pandemia del
coronavirus. Pero esto cambió con el comienzo de las tres fases de la desescalada y el ritmo de vida de las personas, que ha hecho que las calles y rincones de la ciudad se llenen de basura y restos de plásticos de todo tipo. Otra vez. Esta vez les está tocando a los vecinos de la zona de
Real 90. El parquin que asoma a la cuesta está lleno de bolsas de basura repletas de restos orgánicos, plásticos que se quedan debajo de los coches, excrementos de animales como gatos que viven por la zona. El olor que desprenden estos desechos es muy fuerte. Los vecinos opinan que el estado de sus calles es vergonzoso. Además no es solo el ser humano arrasando y descuidando las calles de la ciudad, también la propia naturaleza ha crecido donde, supuestamente, no debía. El acerado de la zona de Real 90 está lleno de plantas que, sorprendentemente, han crecido hasta llegar a la altura de las caderas. Unos 50 centímetros en vertical justo en el perímetro de los pilones de acero de las aceras.
La basura, los restos de plástico y los excrementos de animal, además de producir una imagen poco agradable para los vecinos que entran y salen de sus casas, puede producir algún accidente. Sobre todo en temporada de verano, por las altas temperaturas. No solo hay restos orgánicos y de plástico esparcidos por el acerado y el espacio de tierra, también hay dos agujeros en el suelo simulando un pozo y mal tapados con varias piedras. Podrían provocar un accidente grave si algún viandante o algún niño mete el pie y cae.