Su nombre significa, «los viajes del Señor Rama». Fue escrito en sánscrito por el sabio Valmiki. Está compuesto por 24.000 versos divididos en seis kandas o libros. La historia inicia desde cuando el rey Dasaratha, estando casado con sus tres esposas, Kaushalya, Kaikeyi y Sumitra, no había logrado concebir ningún hijo. Entonces organizó un gran sacrificio de fuego para lograr engendrar alguno. De aquel sacrificio surgió un ser místico que le entregó una vasija llena de arroz, néctar enviado del cielo. Sus mujeres debían comerlo. Kaushalya, por ser la mayor de las esposas, recibió la mitad de la cantidad arroz y las otras dos esposas el resto. Sumitra, a su vez, dividió su parte en dos porciones más. Con el paso del tiempo, Kaushalya tuvo un hijo llamado Rama; Kaikeyi tuvo a Bharata; y de Sumitra nacieron Lakshmana y Satrughana.
Con el tiempo, Rama se casó con Sita. Janaka, el padre de Sita, había organizado una competición para elegir un esposo digno de su hija. La prueba consistía en levantar el pesado arco del Señor Shiva y luego, tensarlo. Ninguno de los guerreros allí presentes consiguió hacerlo, excepto Rama que lo levantó y sin dificultad alguna tensó el arco tan fuerte que se partió en dos. Debido a que Rama es Vishnu y Sita es Lakshmi, este matrimonio ya estaba predestinado.
A su debido tiempo, el rey Dasaratha decidió retirarse como gobernante de Ayodhya y cederle el trono a su hijo mayor Rama. En vísperas de la coronación, Kaikeyi, la más joven de sus esposas, manipulada y mal aconsejada por su sirviente Manthara, pidió al rey que coronara a su hijo Bharata y que enviara a Rama al bosque desterrado durante catorce años. Dasaratha se vio obligado a aceptar esta propuesta porque en el pasado le había prometido que satisfaría cualquier deseo suyo por haberle salvado la vida.
De esta forma, Rama, junto con su fiel esposa, Sita, y su hermano Lakshmana fueron al bosque a cumplir el tiempo de su destierro. Cuando Bharata se percató de esta situación fue a buscar a Rama para que regresara a reinar. Rama no aceptó porque deseaba cumplir la promesa de su padre.
Mientras estaban en el bosque, Ravana, el malvado rey de Lanka, raptó a Sita y se la llevó a su reino. Rama y Laksmana comenzaron una larga búsqueda tratando de encontrarla. Se encontraron con Sugriva, el rey de los vanaras y su ministro Hanuman. El gran Hanuman encontró a Sita en Lanka. Rama y Lakshmana junto con sus aliados, un ejército compuesto por monos y osos, atacaron la ciudad de Lanka después de haber cruzado un puente de piedras flotantes en el océano. Después de muchas batallas, Ravana, el demonio de diez cabezas fue muerto por Rama y Sita fue finalmente liberada. Rama volvió a Ayodhya donde fue coronado rey.
El Ramayana es uno de los textos sagrados más importantes para los hindúes y se suele recitar durante todo el año, aunque muy especialmente durante el Rama-navami, el día de la celebración de la aparición del Señor Rama y durante el Diwali, la festividad que conmemora el retorno de Rama después de 14 años de destierro.
Lakshmi, diosa de la fortuna y el amor
Apenas existen templos dedicados exclusivamente a la adoración de Lakshmi. Por lo general se la adora como esposa de Vishnu ya sea en el mismo altar o en otro lugar del templo. Sus devotos la adoran en los hogares y la mayoría de los hindúes tienen una foto suya en los altares de sus casas o negocios. Durante el Diwali se realizan ofrendas de frutas y dulces a Lakshmi para propiciar su llegada a los hogares y tiendas.
Uno de los nombres de Lakshmi es Chanchala, que significa, «inestable», «inquieta». Mucha gente adora a Lakshmi para obtener riqueza material, pero si no la adoran junto a Vishnu, su Señor, sus bendiciones serán muy temporales y se marchará a otro lugar llevándose consigo toda la riqueza. Durante esta fiesta se suelen sumergir en leche las imágenes de Lakshmi durante tres días, recordando el pasatiempo narrado en el Srimad Bhagavatam cuando los semidioses y demonios batieron el ocena de leche para conseguir el Amrita (néctar de la inmortalidad) y de ese océano surgió Lakshmi, la diosa de la Fortuna y el Señor Vishnu la acepto como su consorte.
Lakshmi además de ser la diosa de la fortuna y el amor, es la protectora y el ejemplo a seguir de la mujer hindú.