Lailat al – Qadr (Noche del Destino), una noche en la que se decide el destino del próximo año. Los musulmanes rezan hasta el amanecer invocando su piedad y salvación. Y es que el destino de los seres humanos para el año siguiente quedará escrito en una noche de culto para todo creyente.
Todos los días de la vida del fiel son especiales si se deja guiar por la mano de Allah pero esta es considerada la noche más importante en el Islam, la noche bendita según los eruditos. Sin fecha exacta, se cree que es próxima al último tercio del mes de Ramadán. Según los shiítas, esta se da el día 19, 21 o 23 de Ramadán pero los Sunitas difieren situando esta noche en la número 27 del mes sagrado.
Pese a que constituye un hito en el Islam, la transcendencia de esta madrugada sobrepasa el descendimiento de las enseñanzas de las Sagradas Escrituras y va más allá porque, como su palabra indica, el mundo cambió de destino aquella noche.
En el nombre Allah,
el más Clemente,
el más Misericordioso.
En verdad, lo hemos
hecho descender
en la Noche del Qadr.
¿Y qué te hará entender lo que
es la Noche del Qadr?
La Noche del Qadr es
mejor que mil meses.
Descienden en ella los ángeles
y el Espíritu
con el permiso de tu Señor
sobre todos los asuntos.
Hay paz en ella hasta
la llegada del amanecer.
(La Sura al – Qadr)
Una noche de expiación, para limpiarse y amanecer puro. Y es que se recomienda un baño completo y realizar dos ciclos de oración que terminan recitando un perdón a Dios.
Qadr significa valor y virtud. Esta definición fue la que dio nombre a la noche del Destino, Laylat al – Qadr, cuando el Sagrado Corán fue revelado al corazón del Profeta. Pero esta no es una noche de la época del Profeta sino que todos los años tienen una Noche del Qadr que, según los hadizes, momento en el que los ángeles entregan los asuntos del año a los Imames Infalibles, por lo que debe haber un Imam vivo a quien los ángeles desciendan cada año para entregarle el destino del próximo.
La noche termina con un remanso de paz y tranquilidad para todo aquel que ha realizado la oración y recitado el Corán en la vigilia. Una vigilia que trae un alba claro y sin rayos.