Los códigos de vestir se transforman en el mundo árabe durante el mes de ayuno de Ramadán donde las mujeres optan por una ropa tradicional más larga y recatada pero con toques modernos, que se convierten en tendencia durante todo el mes.
Las faldas cortas, blusas apretadas con tirantes o pantalones cortos ceden paso a vestidos largos informales o a estilosas "abayas", esas túnicas largas hasta los pies que las mujeres árabes ponen sobre su vestimenta.
Las revistas de moda árabes aprovechan la ocasión para ofrecer una serie de consejos sobre la ropa que llevar durante este mes para participar en actos públicos siempre respetando la regla del recato.
Optar por ropa discreta con manga larga para asistir a eventos
La reputada revista de moda árabe "Sayidaty" recordó en uno de sus números de este mes los principios básicos: evitar la ropa corta o llamativa y optar por ropa discreta con manga larga para asistir a eventos profesionales o familiares.
Los predicadores -que se quejan de que la ropa "decente" regrese al armario tras ramadán- añaden: tampoco prendas ceñidas ni transparentes.
El ramadán no es solo un mes en el que el musulmán se abstiene de comer, beber, fumar o mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol, o no hablar mal del prójimo; incluye también actitudes (y ropa) más púdicas.
En Marruecos, este nuevo espíritu de vestimenta se nota en las calles, que se ven invadidas por diferentes modelos de "chilabas", esa túnica larga con capucha que es tradicionalmente la ropa de la calle de las mujeres en el país magrebí.
Llevar una chilaba en Marruecos va generalmente asociado al estilo de una madre o una abuela, y las generaciones más jóvenes la llevan raras veces, salvo para asistir a una ocasión familiar o irse a la compra.
La chilaba vuelve a estar de moda
No obstante, la chilaba en el ramadán se rescata y vuelve a estar de moda convirtiéndose en la prenda principal para ir al trabajo, a la escuela o asistir a un acto institucional.
El auge de la chilaba es tal que para mandar que confeccionen tu modelo favorito hay que reservar una cita con la modista al menos un mes antes del ramadán.
Y es que la preferencia por la chilaba es visible incluso en ámbitos como las cámaras parlamentarias, donde lo habitual en ramadán es que las diputadas abandonen el traje chaqueta y opten por la prenda tradicional, en versiones más o menos "chic", más o menos coloridas.
"La chilaba es nuestra ropa nacional, que refleja nuestra identidad, es además cómoda y elegante y yo procuro llevarla cada vez que pueda", contaba a Efe la joven diputada socialista Ibtisam Miras, en una las sesiones parlamentarias celebradas durante este mes.
Incluso entre las generaciones mucho más jóvenes del país, más seguidoras de códigos estilísticos "occidentales", en este mes de ayuno la chilaba se convierte en uno de sus prendas favoritas.
"Mi hija se pone de acuerdo con sus amigas para ir todas un día al instituto con sus chilabas", cuenta a Efe Fatima, que acompañó a su hija para asesorarla en la compra de su primera "chilaba de adulta".
Siguiendo esta tendencia general, las chilabas triunfan en Instagram con la mayoría de las infuencers de la moda en Marruecos que aparcan de forma temporal su habitual universo en el que abundan imágenes que transmiten aires desenfadados y de lujo, que distan del espíritu humilde y discreto que reclama el ramadán.
"En los últimos días, un viento de sobriedad sopla en Instagram"
"En los últimos días, un viento de sobriedad sopla en Instagram. Es un verdadero problema para nuestras amigas virtuales. ¿Cómo dirigir un negocio basado en la imagen en un mes que es de espiritualidad, de perfil bajo y de cero maquillaje?", se preguntaba recientemente la columnista Zineb Ibnouzahir en un artículo publicado por el sitio web "le360".
Así, las influencers dejan sus imágenes donde lucen ropa Gucci, Dior o Channel para rendirse ante una chilaba o un caftán; y pasan a tratar más bien con estilistas locales.
Pero eso sí, estas famosas de la moda no se rinden del todo: ofrecen una gran variedad de estilos "revisitados" de la clásica chilaba con cortes y colores nuevos, las combinan con accesorios de marca o incluso con "zapatillas feas" o "ugly sneekers".