Rabat se compromete a ejercer un mayor control tras el repunte

Las últimas reuniones al más alto nivel entre España y Marruecos tras el repunte migratorio registrado en Ceuta y Melilla se han saldado con un compromiso: Rabat se compromete a reforzar sus controles para evitar la entrada de emigrantes ilegales a través de las dos ciudades.

¿Cómo lo hará? Con un refuerzo de los controles sobre la vía marítima.
Tal y como expuso el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, de visita en Rabat, a la agencia Efe sus interlocutores en el gobierno marroquí se comprometieron a “reforzar el control fronterizo” y los “sistemas para contener el flujo migratorio ilegal”.
En los dos últimos meses se ha detectado un aumento de entradas ilegales de subsaharianos en Ceuta y Melilla tanto por tierra -sobre todo en la hermana- como por mar, fenómeno que ha hecho saltar las alarmas y que ha sido el principal motivo de la visita de Velázquez. Aunque las autoridades marroquíes no han hecho el menor comentario público al respecto -ni siquiera han informado de la visita de Velázquez-, dieron a entender a sus interlocutores que el esfuerzo policial ha estado concentrado en el frente político interno, y concretamente en contener las protestas producidas por el referéndum de la nueva constitución, celebrado el 1 de julio.
Fuentes policiales españoles no se creen estas excusas pero aceptan la promesa de más actuaciones. Ahora es previsible que la Policía y la Gendarmería (policía rural y de fronteras) vuelvan a ejercer una mayor contención en las zonas fronterizas, “y ya la están ejerciendo”, señaló.
¿Se ha notado esto en Ceuta? La respuesta queda en el aire: ayer mismo las patrullas de Costas de la Benemérita localizaban a cinco subsaharianos con flotadores adentrándose a nado en la playa del Sarchal. De ellos tres dijeron ser del Chad y dos de la República Centroafricana. Los rescatados dijeron que habían llegado hasta allí nadando, versión que no creen los agentes, salvo que tengan ante sí a los ganadores de medallas olímpicas. Se sospecha que pudieron ser abandonados por una patera. Algo que no es descabellado. Esta hipótesis se ha barajado al menos con dos de las balsas interceptadas en las últimas semanas y de las que se sospecha, con cierto fundamento, que fueron soltadas por un barco mayor. El grupo descansa ya en el CETI.
Por el espigón del Tarajal, salvo la entrada del pasado domingo, no se ha vuelto a detectar más presión, ni siquiera a través de las cámaras térmicas.
Velázquez, siguiendo la tónica de los mandatarios políticos en estas áreas, ha alabado la cooperación existente entre las policías española y marroquí: “Las reuniones que se producen con Marruecos son continuas, a alto nivel pero también a nivel operativo; las comunicaciones son inmediatas y la conexión policial no hace más que incrementarse”, señaló. Del mismo modo aseveró que las patrullas conjuntas marítimas a lo largo de la frontera entre la Guardia Civil y la Gendarmería se realizan de forma habitual, al igual que el intercambio de información entre los cuerpos policiales, cada vez más fluido.
En cuanto a la apertura de comisarías conjuntas, decidida el pasado noviembre tras la reunión de los dos ministros del Interior (Alfredo Pérez Rubalcaba y Taieb Cherkaui) y objeto también de las reuniones, no hay fecha para su apertura, y solo se conoce por el momento los lugares concretos de Algeciras y Tánger donde se ubicarán. Las autoridades españolas han designado incluso los funcionarios (uno de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil en cada una de ellas) que trabajarán en las comisarías, mientras que Marruecos aún no ha comunicado quiénes serán sus contrapartes.

Marruecos-Ceuta y la cocaína

El tráfico de drogas también formó parte de la agenda de trabajo de Velázquez con sus interlocutores, que fueron el general Hosni Benslimane, jefe de la Gendarmería Real, y el director de Migración y Supervisión de las Fronteras, Jaled Zeruali. Velázquez dijo que el intercambio de información entre las policías en la persecución del narcotráfico es constante. El funcionario español reconoció que Marruecos ya no es un mero productor y exportador de hachís, sino que su territorio se ha convertido en los últimos años en lugar de tránsito para la cocaína llegada desde Sudamérica -con o sin previa escala en otros puntos africanos- y que tiene a Europa como destino. En este asunto Ceuta también es clave.

¿Cómo están los CETI?

Contra todo alarmismo, y contra todas esas valoraciones político-mediáticas que apuntan a una especie de caos en los CETI de Ceuta y Melilla, la directora general de Integración de los Inmigrantes del Ministerio de Trabajo e Inmigración, Estrella Rodríguez puso ayer la nota de calma al asegurar que “como cada verano, hay más presión” aunque “los centros están preparados para afrontar la situación que, además, no es alarmante”. En declaraciones a los medios en el marco de los cursos de la Universidad Complutense de Madrid en El Escorial, Rodríguez ha explicado que la buena climatología hace “más fácil” llegar a España en patera y por eso aumenta la llegada de personas cada verano, aunque “no hay una situación catastrófica”. “Tenemos sobreocupado el de Melilla, pero el centro está preparado para ello. No tenemos una situación catastrófica”, ha asegurado, para aclarar que no es que haya más ocupantes que plazas, es que “está sobreocupado para lo que el Gobierno considera aceptable”.
Con todo, ha indicado que en el año 2005 ese mismo centro tuvo el doble de las personas que en la actualidad. “A nosotros nos gustaría que esa cifra estuviera por debajo, pero porque daríamos más cantidad de atención a las familias, a las mujeres con niños, es decir, se puede trabajar con otros criterios, pero no es que tengamos una situación alarmante”, ha reiterado.