“Quizá la gente se está replanteando la fe y buscando un referente trascendente”

Los actos religiosos durante las pasadas fiestas patronales que tuvieron como protagonista a la Virgen de África congregaron a un número de fieles muy superior al de hace unos años. Este aumento también se pudo constatar durante las procesiones de la última Semana Santa. Más personas y un mayor recogimiento y devoción entre los asistentes; dos hechos sobre los que hoy habla Juan José Mateos, vicario general de Ceuta, en El Faro y para los que es difícil encontrar una única explicación.

Tal vez sean el resultado de una serie de circunstancias que merezca un estudio sociológico.
–Existe una sensación general de que en los últimos actos religiosos, en Semana Santa y durante todos los últimos relacionados con la Patrona, ha habido una mayor afluencia de fieles. ¿Tiene usted también esa percepción?
–Vengo notando, tanto en la Novena del año pasado como en la de este año, mucha participación de la gente. Yo creo que sí que hay un poquito más de participación de la gente. En Semana Santa, sobre todo en la primera parte, hubo muchísima gente. Ya el Jueves y el Viernes hubo un poco menos; hay que pensar que hay gente que se va de vacaciones a partir del miércoles por la tarde. Pero hubo mucha gente.
–¿A qué cree que se debe este incremento con respecto a otros años?
–No sabría decirle. Quizá porque se han preparado mejor los actos, quizá por la situación que estamos viviendo de desconcierto, de desaliento, de desesperanza... Quizá la gente se está replanteando la fe y se plantee: Tenemos que buscar unos valores, un referente trascendente, tenemos que buscar a Dios.
–Se podría buscar una explicación en la crisis económica, pero parece que ahora ya empezamos a salir. De hecho, la mayoría de las peticiones a la Patrona durante el Besamanos estaban relacionadas con la salud más que con el trabajo, según Purificación Morales, que estuvo toda la mañana junto a la imagen, cuidando de que los fieles pudieran acercarse a la Virgen sin problemas.
–Sí, puede que sea por tema de salud, que haya gente que tenga alguna enfermedad.
–¿De quién cree que es el mérito de esta labor que ha conseguido haya más devotos?
–Yo creo que es un poco labor de todos. Pienso ahora mismo en la Hermandad de África. Está haciendo una labor muy buena. La campaña que lleva haciendo varios años con los colegios que vienen en el mes de mayo a ver a la Patrona. Con eso está facilitando que los niños de Ceuta pasen a los pies de la Patrona. Vienen muchísimos niños de todos los colegios todos los años. La ven, ven a la Virgen y vienen con sus oraciones, para recilar sus poesías a la Virgen, ensayan el himno... Una cosa que me ha sorprendido este año es que, en la calle Jáudenes, la Banda Municipal empezó a tocar el himno y la gente comenzó espontáneamente a cantarlo. Y lo cantaba todo el mundo. No era una cosa de dos o tres personas perdidas sino se escuchaba a la gente y se notaba que se sabía la letra. Eso no había pasado otros años.
–¿Y cómo se explica eso?
–No lo sé, pero la gente lo sabía. Por ejemplo, una cosa que le digo. Los niños que han venido a lo largo de todo el año a ver a la Virgen ya traían aprendida la letra del himno. Cantaban el himno a la Patrona. Lo habrían aprendido en el colegio... No sé si los profesores de religión... Es un hecho bonito que la gente sepa el himno y lo cante.
También me impresionó el silencio, cuando se paró la Virgen ahí, ante la estatua de Hércules mirando hacia Gibraltar, cuando se cantó la Salve y después se cantó el himno a la Patrona... El silencio que había. No había gente con murmullos, sino que estaba con un espíritu de fe y de recogimiento.
–Eso también le quería comentar, que la asistencia que ha habido parece que va más allá de participar en un hecho meramente folclórico. Ha habido mucho respeto.
–Yo he visto mucho respeto y mucha... la gente iba con devoción. Durante la Novena la iglesia estaba llena hasta arriba. La gente estaba con mucho respeto y mucha devoción.
–¿Le comentó algo el obispo durante la Procesión sobre la numerosa asistencia de fieles? ¿Le dijo si se está produciendo algo similar en otros lugares?
–Estuvimos comentando cómo se había desarrollado la Procesión, que le había gustado mucho, que la gente de Ceuta se había volcado con la Patrona, pero no me hizo ningún comentario sobre otros sitios. Él también se impresionó gratamente de la respuesta del pueblo de Ceuta.
–En las fotos se les veía a ustedes muy satisfechos.
–Sí. Era un día muy bonito y estaba contento.
–¿Este aumento de la religiosidad sólo es en la comunidad cristiana? ¿Le han comentado si también en otras comunidades también hay un mayor recogimiento y devoción entre sus fieles?
–No sabría decirle. Sí sé que en la comunidad cristiana en esta Novena, en Semana Santa, sí he visto más recogimiento.
–El Hermano Mayor de la Cofradía de África también estaba sorprendido por la asistencia de fieles al Besamanos.
–Desde por la mañana, todo el día estuvo pasando gente. Y a la misa del día 6 por la tarde, que es la misa final que se interrumpe el Besamano para celebrar el oficio religioso, otras veces ha venido un grupito de gente. Este año en cambio la iglesia estaba llena, llena. Yo mismo que quedé sorprendido. De hecho, estaba yo solo oficiando la misa, los demás estaban a una cosa y otra. No tenía a nadie para ayudarme a dar la comunión. Por eso tardé un buen rato, porque había mucha gente.
–¿Este cambio se está reflejando en otros aspectos? ¿Ha visto cambios en el comportamiento de las personas?
–Yo también he notado que cuando se pide ayuda, por ejemplo, para Cáritas, para atender a los pobres, la gente responde. Cuando se dice: la colecta es para Cáritas, la gente es muy generosa. A veces hay personas que llegan y dicen: tome usted, padre, para Cáritas. Y me dan un donativo. En eso he notado un incremento desde hace un par de años para acá. Ha habido generosidad y los ciudadanos reconocen la labor que está haciendo la Iglesia a través de Cáritas para atender las necesidades más importantes de las personas que se encuentran en dificultades. No podemos cubrirlo todo, pero por lo menos algo se hace.
–¿Cómo ve el hecho de que la Virgen de África aglutine a tanta gente, que despierte tanto sentimiento en la gente?
–La Patrona siempre es un punto de encuentro en un pueblo o en una ciudad. Lo que hay que hacer es que la gente que trabaje en la Hermandad o en las parroquias fomente esa unidad. Porque eso repercute en el bien de todos. El crear unidad, el unir lazos, aunar esfuerzos... todo eso es bueno. Yo veo que esta Junta de Gobierno está trabajando muy bien. Antonio (Juan Antonio Fuentes Viñas), el Hermano Mayor, lo está haciendo muy bien, animando, impulsando, invitando a la gente, creando, teniendo iniciativas... Eso aglutina esfuerzos y hace que la gente se reúna. Cuando hay una Junta de Gobierno muy parada, que no hace nada o no tiene iniciativas, lo demás también se va paralizando.
–¿Ese fervor en torno a la Virgen, luego se materializa en acciones y en comportamientos?
–Sí, claro. Por ejemplo, un dato curioso que se está dando: los matrimonios. A lo mejor, si hay cuarenta o cincuenta bodas, unas treinta son de parejas que ya están viviendo juntas, que tienen hijos, que incluso están casados por lo civil y que ahora deciden casarse por la Iglesia.
–Esto merecería un análisis sociológico, ¿no?
–Ya no es eso de que había que casarse y entonces la gente se casaba por la Iglesia. Este sábado, por ejemplo, hay una boda de una pareja que tiene ya dos críos, uno con 12 años y otro con unos 7 años. Después de tantos años juntos y algunos casados por lo civil... Es porque lo hacen por fe. Si no, no tiene sentido. Y también hay muchos que vienen a bautizar a sus hijos que no están bautizados de pequeños.
–¿Le dan a usted alguna explicación de por qué deciden hacer eso?
–Sí, les pregunto. Dicen: Es que ya llevamos un tiempo y queremos que nuestra situación esté regularizada. Creemos en Dios y queremos que Dios bendiga nuestro matrimonio. Ofrecen respuestas de ese tipo. Dicen: nos hemos casado por lo civil, pero sentimos que nos falta algo. Y de bautizos de chicos, a lo mejor son los niños los que piden a los padres que quieren hacer la comunión. No es que sean muchos, pero todos los años hay cinco o seis que hay que bautizar para que puedan hacer la comunión. También he tenido algunos casos de bautismo de adultos.