Hace meses Mabel Deu, manifestó que estaba en fase de estudio una campaña de concienciación para evitar las oleadas de quemas de vehículos y contenedores. Todo lo que se haga para evitar estos actos vandálicos es bueno, pero la eficacia de dicha medida será poca o ninguna, porque el vandalismo y la delincuencia no se evitan con campañas de concienciación.
En nuestra ciudad llevamos años sufriendo el abandono de vehículos que, por cierto, son quemados cuando ya no les queda ninguna pieza de valor. Primero se desguazan, después se queman. Estos son los tiempos y lo hacen, porque las piezas de valor son vendidas a terceros o pasadas a Marruecos para su venta. Nada nuevo venimos a contar, pero para intentar acabar con un problema hay que saber los motivos que lo provocan y, como venimos diciendo, todo es fruto de un negocio. Los vehículos los queman y abandonan en la vía publica, porque el chasis puede identificar la situación legal del mismo.
Hablábamos de vehículos abandonados, pero quizás deberíamos hablar de vehículos vendidos que son desguazados y después quemados, porque es muy sospechosos que todos los vehículos lo abandonen próximos a la frontera donde existen desguaces ilegales. Puede que algún ciudadano despistado se le ocurra dejar el coche estacionado en la zona cuando van de vacaciones a Marruecos, pero son los menos, porque saben el peligro que corren, además existen varios garajes vigilados con un coste mínimo.
El problema de la quema de vehículos en esa zona irá mermando, porque el mayor rigor de la policía marroquí en el pase de mercancías se reflejará sin duda en el número de vehículos que aparecerán desguazados, porque bajará la demanda de piezas. Sin embargo, dejar este problema de seguridad ciudadana en manos del mayor o menor rigor del control de mercancías del vecino país, nos parece una irresponsabilidad.
Desde AEGC entendemos que para acabar con esta situación se necesita un plan de actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado comenzando por controlar, inspeccionar y denunciar los desguaces de vehículos clandestinos, pero también a las personas que trasladan las piezas al vecino país si no pueden acreditar su procedencia, porque sin duda nos llevarán al lugar de su procedencia, que no es otro que los desguaces irregulares.
Existen otras quemas de vehículos y contenedores que nada tiene que ver con los desguaces ilegales. Son las quemas de las que hablaba Mabel Deu, pero desgraciadamente este tipo de vandalismo no se acaba con campañas de concienciación, se acaban con la identificación y puesta a disposición de los responsables. Quema de vehículos provocadas por niñatos que se divierten haciendo daño al resto de vecinos, apedreando a bomberos y servicios públicos cuando llegan a sofocar los incendios.
Los representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevamos años reclamando más guardias civiles y policías para hacer nuestro trabajo con eficacia, porque para erradicar estos delitos se necesitan más patrullas en la calle y, por supuesto, más agentes para labores de inspección y control de este tipo de establecimientos.