Agentes del Servicio de Extinción del Cuerpo de Bomberos sofocaron ayer tarde las llamas provocadas en un vehículo que estaba estacionado en el Príncipe Alfonso. Se trata de un modelo Mercedes que no era abandonado y que quedó afectado por las llamas. Los agentes del servicio municipal actuaron sin problemas y regresaron a la base sin sufrir percance alguno. Cumpliéndose el protocolo establecido desde hace un año, los bomberos acudieron escoltados por la Policía Nacional para reprimir cualquier hipotético ataque que pudieran sufrir en la zona.
El vehículo estaba aparcado al lado de la iglesia de la barriada, en pleno corazón del Príncipe, y se suma a la ristra de coches que han quedado calcinados en su totalidad o parcialmente durante este año, constituyendo uno de los principales problemas de seguridad.
De acuerdo con las estadísticas que manejan tanto la Policía Nacional y Local como la Guardia Civil, la gran mayoría de los vehículos que son calcinados no cumplen el perfil de abandonado. Las múltiples causas que hay detrás de estos episodios delincuenciales hace complicada la labor policial que, de momento, se ha saldado sin la detención de las bandas que, se sabe, están detrás de estas acciones premeditadas.
Se mantienen varias líneas de investigación operativas pero de momento no se ha informado de resultados con detenciones.