Es sorprendente y agradable lo que siento, y me inspira esta ciudad. Me gusta la pintura, y desde hace mucho tiempo mancho los lienzos con luces y colores intentando plasmar lo que veo y siento. Por eso… estas líneas.
Hace poco que recorro las calles de Ceuta y ya la siento mía. Es curioso, me sorprenden sus calles, sus gentes y sus costumbres tan mesturizadas por las culturas que en ella habitan. Yo no soy de aquí…mi mar es el Cantábrico y sus frías aguas. Pero me agradan las frías aguas del Estrecho donde esta enclavada la ciudad y sobretodo… sus magníficos atardeceres y amaneceres llenos de luz y de color…Es como vivir dentro de una paleta de colores indefinidos y vivos que cambian cada instante. Un constante cuadro en movimiento. La ilusión de cualquier pintor… luz, color y transparencias.
Ceuta, ciudad ilustre, belicosa frontera de dos mundos encontrados, hermana, amurallada y a la vez abierta. Ceuta… ciudad de paso y de traslado, de canje y de comercio. Ceuta… tus calles son amplias, limpias y cuidadas para dar la imagen de una gran ciudad que puede y debe ser. Ceuta hoy día, en tus calles transeúntes de países en guerra, o no guerra que dicen y… que a lo mejor no lo son. Gentes diferentes la recorren. Gentes…hermanos o vecinos que se estacionan en sus mejores y mas populosas plazas para revindicar el derecho que creen tener del gobierno de nuestra casa. En ella no se oyen ya los gritos de nuestros niños jugando a… lo que sea. Porque, mendigando y ensuciando, quizás hasta abusando de nuestros mermados recursos en crisis y al tiempo exigiendo derechos que cada vez mas sus ciudadanos ven reducidos o inexistentes para ellos, han acallado sus gritos infantiles.
Pero también observo otras cosas. Y por ello miro a una ciudad frontera de Europa y África, que yo tenia en el corazón. Donde dos mundos se daban la mano y se hermanaban sin dificultad. Hoy por el contrario… a veces… solo a veces… me parece que trata de subsistir peleando por salvar algo de todo lo que fue y debe ser. ¿Por qué?... Si esta es una ciudad a la que siento como propiedad mía… ¿Yo no puedo enorgullecerme de ello?