Aunque en un primer momento se reconocieron como 'moscas de la fruta', el insecto que está 'invadiendo' las calles de Ceuta y generando dudas ante sus posibles picaduras es un sírfido, tal y como han explicado expertos en la materia a este medio. Inofensivo para el ser humano, también es conocido como mosca cernidora, debido a que se ciernen en el aire como los cernícalos. Estos bichos son capaces de permanecer volando en el mismo sitio durante mucho tiempo.
Se podría llegar a pensar que este insecto es una avispa o una abeja, pero sería un error hacerlo. Y es que los sírfidos son expertos camaleónicos que pueden llegar a mimetizarse con las avispas con el único fin de sobrevivir y confundir a los insectos más peligrosos.
Las moscas cernidoras son una familia de dípteros braquíceros cuyos adultos succionan el néctar de las flores adoptando el aspecto de las abejas y las avispas, con las que se confunden fácilmente.
Es inofensivo para el ser humano y destaca por ser un depredador del pulgón cuando es larva
Son inofensivas para el ser humano, por lo que la población ceutí puede estar tranquila. Este insecto resulta beneficioso para los intereses del ser humano en dos momentos de la vida del sírfido: cuando son larvas, ya que se alimentan de los pulgones de las plantas -es un medidor del control biológico de plagas de pulgones-, y cuando se encuentran en su etapa adulta, ya que son consumidores de néctar y polen, lo que la convierte en uno de los agentes polinizadores más importantes.
En España podemos encontrar cerca de 300 especies de la familia de los sírfidos.
Para distinguir un sírfido de una avispa o abeja, hay que fijarse en las antenas, muy breves como en otras moscas. Otra forma de hacerlo es con los ojos, más grandes que los de las avispas y abejas, sobre todo en los machos, donde tienden a juntarse en la parte dorsal de la cabeza.
Los sírfidos tienen un par de alas para volar y otro para transformarlo en balancines, que son una especie de bolas que le ayudan a cambiar de dirección cuando están en vuelo
El ciclo comienza cuando la hembra pone los huevos en una planta en la que hay pulgones u otros insectos blandos. Para comprender el ciclo vital de los sirfidos debemos de partir de la base de una planta repleta de pulgones y unos 30 huevos de sírfido. Una vez que eclosionan las larvas aumentan su tamaño día a día.
Tras ocho o nueve días alimentándose de pulgones, los insectos comenzarán a sufrir la transformación, y los cuerpos comenzarán a volverse más robustos, cambiando de aspecto.
En el curso de la metamorfosis, donde se está desarrollando la vida adulta del insecto da paso cinco días después a los sírfidos, diminutos, de pocos milímetros, de colores pardos, anaranjados y casi siempre con bandas bien marcadas sobre el abdomen.
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