El IES Puertas del Campo vuelve a formar parte de uno de los múltiples programas de movilidad europea Erasmus+. Durante esta semana ha recibido la visita de los demás grupos integrantes de su proyecto después de que en noviembre las profesoras María José Casillas, Astrid Weitz y Patricia Pérez, coordinadora y participantes en el proyecto, giraron visita a Estonia en una primera fase. En esta ocasión el instituto ha acogido a cuatro grupos procedentes de Portugal, Turquía, Estonia y Polonia compuestos por 8 docentes que llegaron esta vez acompañados por varios estudiantes de sus respectivos países. Los 18 niños, con una edad comprendida entre los 11 y 15 años, se alojaron en un hotel del centro y disfrutaron “de diversas actividades organizadas tanto por el profesorado del centro como por
Servicios Turísticos”. En un ejercicio “de compañerismo y buen hacer”, todo el profesorado del IES Puertas del Campo con su director, Javier Pérez, a la cabeza, se implicó en la organización de talleres diversos, como la presentación del centro por el alumnado de su Aula Abierta Especializada, un poco de historia y canto del himno de Ceuta, degustación de platos típicos... Durante estas jornadas se ha intentado “mostrar a nuestros visitantes la gran riqueza y diversidad cultural de los distintos pueblos que han pasado a lo largo del tiempo por nuestra ciudad, así como la enriquecedora aportación que nos han dejado hasta nuestros días”. No faltó tampoco una salida al campo para explorar la flora y fauna típica que nos rodea en estas latitudes y apreciar los vestigios del pasado tan importante de esta región, como los fortines Aranguren y Anyera.
El IES destacó ayer la “extraordinaria colaboración y disposición” de la Oficina de Turismo local, que repartió obsequios de bienvenida a todos los participantes y puso a su disposición el transporte para la visita por la ciudad. El programa turístico se completó en varias tardes con una visita guiada al museo de la Basílica Tardorromana y a la
Puerta Califal. El colofón lo puso un acto de clausura en el restaurante Oasis que sirvió no solo para “mejorar la interacción entre todos los compañeros participantes, incluido el profesorado”, sino también “para dejar constancia una vez más de la hospitalidad de nuestra tierra más allá de nuestras fronteras, con la que queremos seguir contribuyendo.