A escasos metros de la frontera entre Ceuta y Marruecos se encuentra la cafetería ‘Puerta de Europa’. En un espacio que hace unos años era frecuente ver lleno de personas que cruzaban el Tarajal, pero que ahora ha cambiado radicalmente con las restricciones fronterizas impuestas.
Justo a pie de playa, este establecimiento ofrece unas vistas magníficas a la tranquilidad del mar desde su terraza que contrasta con el bullicio y el trasiego de coches de la linde entre ambos países.
Hamadi Amar, gerente de la cafetería, explica cómo surgió la idea de montar este establecimiento que comenzó siendo un lugar de venta de billetes para el barco y cafés.
“La idea fue porque también nos hemos movido en el mundo de las agencias de viajes y hace 30 años teníamos aquí un puesto de billetes de barcos y el café para los trabajadores de la frontera y los porteadores”, comenta este empresario ceutí que indica que todo ello comenzó en los años 90.
Un espacio en el que anteriormente se respiraba mucha vida, esa de la que Amar recuerda con añoranza colas de gente que tenía para ser servida. Época “muy importante”, rememora mientras indica que “ya a las seis de la mañana teníamos multitud de porteadores que tenían que comprar su café y su bocadillo”.
En ese momento era un negocio próspero, pues todo el que pasaba por el Tarajal sabía a dónde tenía que ir a coger fuerzas o reponerlas en su día de trabajo. Situación totalmente contraria a la que está viviendo actualmente. Ahora únicamente asisten los trabajadores de la frontera.
“Esta es la peor época”, comenta resignado. “Desde la pandemia y el cierre de la frontera estamos simplemente por un servicio público a los trabajadores que hay en la misma”. Por esta razón, a la hora del desayuno no es difícil pasar por el lugar y apreciar a guardias civiles, policías nacionales, limpiadores o el personal veterinario.
Además, algunos de los bañistas de la playa del Tarajal también suelen frecuentar la cafetería para adquirir algunos productos. “La gente viene constantemente a comprar agua, helados o algunos cafés mientras se encuentra pasando el día en la playa”, explica el gerente de esta cafetería.
Muchos momentos y recuerdos los vividos entre esas cuatro paredes, como por ejemplo la crisis migratoria del año 2021. Hamadi Amar explica que al principio “fue un palo” porque tuvieron que cerrar debido a la presencia de militares y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
“Después sí nos vimos un poco beneficiados por las largas colas que hacían para el asilo porque los atienden aquí en Extranjería de la frontera”, recuerda el empresario cuando volvía a tener su cafetería como años atrás. “Ahí sí teníamos una clientela de 200 o 300 personas para el café de por la mañana o la cola nocturna para el asilo”, señala.
La ‘Puerta de Europa’ es otro de los tantos negocios que se encuentran afectados debido a las restricciones de la frontera con Marruecos, pero que sigue luchando para continuar abierto y prestar un servicio, esperando que algún día vuelva a tener la vida de antes.
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