La Puerta Califal de Ceuta se ha convertido en un importante reclamo turístico de la ciudad, tanto que en lo que llevamos de año ha superado el número de visitas que sumaba en las mismas fechas tanto de los últimos años como del periodo prepandemia.
Concretamente, desde el 1 de enero y hasta el día de ayer, 10 de agosto, 3.856 personas habían visitado este enclave ubicado en el interior de las Murallas Reales a través de las de visitas guiadas que organiza la Ciudad, única forma de acceso.
Una cifra que supera con creces a los datos del pasado 2022, cuando se recibieron 3.175 visitas en el mismo periodo. Por su parte, en el año 2021 únicamente visitaron este enclave turístico 612 personas y en 2020, 567. Aún así, cabe destacar que estos dos últimos años estuvieron marcados por la pandemia de la Covid-19, cuando las restricciones de movilidad y aforo afectaron a todos los sectores.
Dejando a un lado estos dos años, la cifra de 2023 también supera al periodo prepandemia, ya que en 2019 fueron 3.420 el número de visitas que se registraron, casi 400 menos que en este año.
César Ruiz, guía turístico, considera “que lo que ha dado este paso a que se incremente la demanda ha sido el boca a boca y lo que es la promoción de la Ciudad y de la entidad de Turismo”, logrando así que reciba cada día un gran número de visitantes.
Respecto a las impresiones que se llevan, asegura que “se sorprenden de ver este monumento que no se lo esperaban”.
Según detalla Ruiz, las visitas guiadas comienzan con una charla sobre el significado del yacimiento que se va a visitar y luego se recorre lo que es la zona de bóveda, desde el baluarte de la bandera hasta el baluarte de la coraza.
Seguidamente, se baja al yacimiento, “donde encuentran una escalera que aparece como por sorpresa y al final ves abajo la antigua puerta de Ceuta, la entrada a la ciudad desde los siglos X al XVI y eso les sorprende”.
Para asistir a una visita guiada, es necesario reservar con cita previa, ya que “en esta época de verano tenemos los cupos completos a dario”, advierte el guía turístico.
En cada turno, son 30 personas las que disfrutan de este recorrido por el pasado de la ciudad, “un sitio que merece la pena no solo por la historia, si no por la bonita panorámica y el ratito tan agradable que se pasa”, anima César Ruíz.
Y eso que conseguir una plaza para la visita es casi imposible. Tanto que el artículo no pone como conseguir una plaza. La gestión de las visitas a los monumentos de la ciudad es un desastre. Los baños árabes cerrados. Las galerías de la puertas del campo cerradas, el museo arqueológico una promesa incumplida.
En pleno siglo XXI la ciudad no tiene una web donde informarse y reservar las visitas turísticas.