La obra ejecutada en Juan XXIII está más cerca que nunca de ser la realidad esperada por los vecinos. Durante años esta actuación estuvo parada y ha sido en las últimas fechas cuando se ha podido desatascar lo que parecía una intervención viciada.
Lo que será el complejo deportivo polifuncional de ese barrio presenta ya avances claros como la colocación de habitáculos prefabricados que albergarán infraestructuras deportivas y sociales que eran demandadas por los residentes de todo este entorno.
Si bien todas las protestas publicadas hasta la fecha eran legítimas, también debe ser destacada la intervención actual para conseguir que por fin este lugar sea foco de encuentro social y deportivo, bien alejado del abandono soportado año tras año.
Las obras se están desarrollando de acuerdo con la normativa y cumpliéndose con lo anunciado políticamente, disponiéndose así de pistas deportivas y accesos suficientes además de espacio para vehículos.
El objetivo lúdico y social planteado como meta junto con el deportivo debe ser el que se extrapole a otras barriadas de la ciudad que están demandando igualmente otro tipo de acciones que tengan este mismo calado.