Cada verano se abandonan decenas de mascotas en Ceuta. A pesar de las innumerables campañas de concienciación contra el abandono animal, especialmente en la época estival, aún hay personas que no terminan de entender la responsabilidad que supone tener un perro o un gato y optan por el camino recto cuando llegan periodos vacacionales.
El abandono sigue teniendo unos niveles altos durante el verano y los lugares de acogida terminan colapsando. Esta situación ya se ha producido tanto en la Perrera Municipal como en las instalaciones que posee la Protectora de Animales. Como casi cada verano, estos lugares no dan abasto ante el abandono.
“Estamos en una situación un poco desesperada la verdad porque volvemos a estar hasta arriba de perros. Hace poco hacíamos un llamamiento a través de FaroTV para intentar evitar abandonos, pero no se ha dado el caso. Han aparecido en nuestra puerta y tenemos en las instalaciones unos 17 cachorros, de los que han salido solo dos. Esto hace que tengamos los aislamientos saturados y necesitamos urgentemente acogidas porque los animales necesitan socializar ya, tener casas, empezar a aprender con humanos porque sino acabarán como los demás de los patios, sin poder tener una oportunidad”, explica Rocío Ríos, miembro de la Junta Directiva de la protectora.
Actualmente la Protectora se encarga de alimentar, llevar al veterinario o sacar de paseo a unos 60 perros, más los 14 cachorros de apenas un mes que en estos momentos buscan un hogar. Una situación alarmante por la saturación de animales y también por las condiciones de las instalaciones, por lo que piden ayuda y sobre todo, reclaman el compromiso de los ceutíes para poder darles en acogida.
El goteo constante de abandonos no cesa. “También estamos recibiendo muchos perros adultos que por circunstancias de que el servicio de recogida no pueden recogerse de las calles y aparecen en nuestra puerta y que nos están saturando todos los aislamientos. Al tener todo saturado, se nos está impidiendo hacer nuestra función que es acoger a los perros de la Perrera y al final el Centro Zoosanitario se está saturando también. Estamos en una situación límite y necesitamos que la gente venga y adopte o se ocupen de acoger si no pueden adoptar”, ha continuado.
El pasado 17 de agosto se celebraba el Día Internacional del Animal Sin Hogar. Una realidad que parece haberse agravado con el COVID-19, periodo en el que la demanda de la compañía casera de mascotas subió como la espuma, especialmente en la época del confinamiento más estricto, pero que ahora en el verano, al igual que las restricciones, ha caído en picado con el consiguiente olvido de los animales que un día se consideraron compañeros de vida.
Como ha ocurrido otras veces, están dispuestos a acoger aquellos que no puedan quedarse en la Perrera Municipal para evitar su sacrificio, pero se quejan de que no se solucione el problema de raíz.
De hecho, este pasado martes voluntarios de la Protectora y de la Perrera Municipal se reunieron con el consejero de Sanidad, Alberto Gaitán, para trasladarle la posición en la que se encuentran. “Hemos expuesto la situación que tenemos y el abandono tan grande que está habiendo y los problemas que tenemos con el servicio de recogida de animales”, relata Rocío.
Las instalaciones del Centro Zoosanitario Municipal están igual. “Pero nos trasladan que el problema principal es que, al igual que nosotros ellos, están totalmente saturados y ahora mismo no hay capacidad suficiente para abarcar todos los animales que está habiendo en la calle. El problema de esto es que el ciudadano de a pie que se encuentra con un perro no sabe qué hacer y recurre a dejarlo donde estaba o a mirar para otro lado. De momento, no nos pueden dar soluciones, hace poco salió la licitación con Canisfam, pero no tenemos nuevas opciones”.
La situación también es preocupante en cuanto a la financiación y al estado de las instalaciones. “Estamos también pendientes de la obra que está parada por temas de papeleo y esperamos que se pueda resolver cuanto antes el problema que hay. Pero mientras sí, mientras no, vemos que se acercan las lluvias, que puede volver a inundarse esto tarde o temprano, tenemos deficiencias por todas las instalaciones y que aparte la recogida de animales no está funcionando como debería por la falta de medios”.
Algunos tienen la pena en los ojos y buscan una mano que les acaricie. Otros se recuperan de heridas y maltratos y responden con desconfianza a cualquier intento de contacto. Todos ellos buscan una segunda oportunidad. Las adopciones también están muy paralizadas. No son muchos los que se animan a adoptar a un compañero de vida como puede ser un perro. Uno o dos animales salen al mes, pero esto no es nada para los 40 o 50 abandonos que puede haber. Eso es lo más importante en estos momentos, concienciar a los ceutíes de que no abandonen a sus animales porque la Protectora está al completo y sin espacio para admitir un animal más.
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