La idea de viajar de Reino Unido a Estados Unidos en tan solo 54 minutos parece salida de una película de ficción. Sin embargo, es un proyecto que ha fascinado a ingenieros y visionarios durante más de un siglo. Conocido como el Túnel Transatlántico, este proyecto propone conectar ambos continentes mediante un túnel submarino que cruzaría el océano Atlántico. Una propuesta similar a la del túnel que uniría España y Marruecos.
Una estructura capaz de atravesar los 5.470 kilómetros que separan Estados Unidos y el Reino Unido. Sin embargo, a pesar de los avances tecnológicos, este proyecto aún es una utopía debido a sus descomunales desafíos técnicos y económicos.
El Túnel Transatlántico presenta desafíos aún más colosales. Excavar bajo el lecho marino del Atlántico y lidiar con las presiones extremas sería una hazaña sin precedentes. Un obstáculo crucial es el coste desorbitado: podría alcanzar los 18 billones de dólares.
Un sueño lejano y con muchos impedimentos
Construir este túnel bajo el océano Atlántico no sería una tarea fácil. Las condiciones geológicas a profundidades extremas representan un obstáculo considerable, ya que las enormes presiones podrían destruir cualquier estructura sin la tecnología adecuada. Sin embargo, hay varias propuestas sobre la mesa para superar estos retos. Una de las más viables es la construcción de un túnel completamente bajo el lecho marino, aunque también se ha sugerido un túnel flotante que se sumergiría 49 metros bajo el agua y sería sostenido por cables.
Otro aspecto crucial es cómo transportar a las personas a través de este túnel. Los estudios sugieren que lo más probable es que se utilicen trenes de alta velocidad. Impulsados por levitación magnética, reducirían el tiempo de viaje entre Londres y Nueva York a solo 54 minutos, una hazaña tecnológica impresionante.
Sin embargo, proyectos más pequeños, como el túnel entre España y Marruecos bajo el Estrecho de Gibraltar, muestran que la conexión transoceánica no es una idea completamente descabellada. Este túnel tiene un costo estimado de 7.7 mil millones de dólares y se está estudiando activamente.
Este proyecto, aunque menos ambicioso, refleja los enormes retos de cualquier infraestructura submarina.
De la utopía también se vive, pero sin fecha de vuelta.