El exjefe del Grupo Tetuán, Salam Baraka, ha pedido a las autoridades que anuncien la creación de un programa de emergencia que contribuya a mejorar la vida de los habitantes de Tetuán y sus alrededores. Alega que son miles las familias que han visto mermadas sus condiciones de vida al haber mantenido a sus hijos gracias a los beneficios obtenidos mediante el contrabando y que ahora, dadas las actuales restricciones, se han vuelto más vulnerables y se adentran, a su vez, en unas condiciones vitales "miserable". Después de que las autoridades decidieran el cierre de la frontera con Ceuta como medida de prevención sanitaria, siguen buscándose alternativas al desasosiego que ello ha dejado tanto en jóvenes como en adultos acostumbrados al negocio del contrabando. El bloguero y activista tetuaní de las redes sociales, Lotfi el-Jafoufi, cree que la decisión de las autoridades marroquíes fue apresurada, ante la falta de estadísticas precisas sobre los involucrados en las condiciones de vida del contrabando que mantienen a sus familias, lo que llevó a casos de divorcio y condiciones sociales miserables, debido al desempleo ya la incapacidad de los maridos para cumplir con sus deberes de alquiler y sus propias necesidades domésticas. El coronavirus nos ha mantenido lejos de nuestros seres queridos desde hace ya casi un año. También nos ha alejado de aquellos países vecinos a los que, como ocurre a Ceuta y Marruecos, les une un estrecho vínculo comercial y de tránsito. Unos lazos que ahora se han visto paralizados desde que irrumpió la pandemia en nuestras vidas y que ha afectado, especialmente, a las ciudades del norte del país.