El Observatorio de la Islamofobia en los Medios, una iniciativa del Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) y la Fundación Al Fanar para el Conocimiento Árabe que lleva escrutando desde hace un lustro las informaciones que publican las redacciones de distintos medios nacionales (y, desde el año pasado, también locales, entre ellos ‘El Faro’) sobre el Islam y los musulmanes en Europa para identificar y alertar sobre la difusión de prejuicio y estereotipos, ha presentado este martes en el Salón de actos de la Biblioteca Pública del Estado su memoria del año pasado, titulada ‘Informe 2020: proximidad, clave para un mejor periodismo inclusivo’.
En el evento han participado como ponentes el codirector del Observatorio, Pedro Rojo; el director de Comunicación de la Fundación Al Fanar, el ceutí Ibrahim Rifi, responsable de la Agenda de la Diversidad Musulmana; y la redactora jefe de este periódico, Paloma Abad, a quien el primero trasladó su felicitación a ‘El Faro’ por haber conseguido durante un trimestre entero no ver calificada ninguna de sus noticias como “flagrante” o “tenuemente” islamófobas, un “hito” que no se había registrado desde 2017, ejercicio del que data la primera radiografía.
La mayor parte de lo que se escribe sobre los musulmanes tiene connotación negativa”
Durante ese año se examinaron más 1.600 artículos de seis periódicos nacionales españoles (El País, El Mundo, La Razón, La Vanguardia, eldiario.es y 20 minutos). Su grado de islamofobia se clasificó en función de un ‘semáforo’: rojo para la activa y grosera, ámbar para la pasiva y verde para su inexistencia.
Los resultados, según ha recordado Rojo, fueron desalentadores: la mayoría (62%) de los artículos revisados sobre Islam y/o musulmanes eran islamófobos en mayor o menor grado. El codirector advirtió los menos obviamente prejuiciosos son, quizá, la vertiente más “peligrosa”, pues “no se trata de opiniones cargando, sino de aspectos más sutiles que son más difíciles de cambiar: falta de profesionalidad en los datos, terminología errónea, etcétera”.
Para nosotros es natural ir a la comunidad musulmana como al resto”
En 2018 afloró un 43% de textos islamófobos tras analizar casi 2.000 artículos de El País, La Razón, Europa Press y EFE. “Eso reveló que una parte importante de la profesión periodística antes no era consciente de que hablar de ‘terrorismo islamista’, por ejemplo es una barbaridad”, se ha congratulado Rojo. En 2019, al volver a auscultar los mismos medios que dos años atrás, tónica que se intenta mantener, ese porcentaje cayó al 37%, sobre todo en lo que a luces ‘rojas’ se refiere, ya que el alrededor del 20% de “tenuemente” islamófobos apenas ha variado.
El año pasado, el Observatorio decidió dar un giro a su foco e incluir, además de a El País y La Razón, a dos medios locales, El Faro de Ceuta y el Segre de Lleida.
Este periódico ha salido con “un 92% de artículos libres de islamofobia e incluso con un inédito 100% de artículos en ‘verde’ durante un trimestre, por delante del Segre, que llegó al 64% de El País, que se quedó en el 54%; y de La Razón, que no alcanzó el 50%”, ha expuesto Rojo.
El Observatorio recomienda expresamente a los medios “acercarse a las comunidades musulmanas para contar con un conocimiento directo que tiende a redundar en una mayor inclusividad y objetividad en la práctica periodística”; “prestar atención a la islamofobia de las fuentes para evitar su normalización y reproducción”; “contextualizar la información y la opinión en las noticias”; evitar reproducir debates que se producen en otros países europeos sin la necesaria atención a las diferencias de contexto, legales o demográficas respecto de la situación en España”; y “hacer un uso correcto de la terminología y de las cifras y datos”.
Abad ha explicado que para ‘El Faro’, el consejo de “acercarse” a la comunidad musulmana de Ceuta “forma parte de nuestra normalidad, como hacerlo con la cristiana, la hindú, la hebrea o cualquier otra colectividad o persona de la ciudad”.
La “proximidad”, el conocimiento directo entre periodistas y musulmanes, es uno de los factores que el Observatorio considera fundamentales para diluir la propagación de sesgos infundados y evitar presentar a esas personas como ajenos a la sociedad española, nacionalidad que tiene la mitad de los fieles islámicos que residen en este país.
“La cercanía del periodista con los sujetos de las informaciones y con las fuentes contribuye a no incurrir en generalizaciones, estigmatizaciones u otras prácticas islamófobas”, destaca el informe sobre 2020, que también incide en que “la cuestión de la proximidad se pone también de manifiesto cuando observamos atentamente dos hechos más. Por un lado, en la cobertura de asuntos de ámbito internacional los periodistas tienden a producir informaciones (más del 60%) que caen en la islamofobia, mientras que si están circunscritas al ámbito español su porcentaje es bastante inferior (menos del 40%)”.
No obstante, al margen de la proximidad exclusivamente también pesa, según ha recalcado Abad, “ejercer el periodismo con profesionalidad, respeto y objetividad, primando siempre evitar cualquier noticia tendenciosa, un mérito que corresponde a todos los compañeros del periódico encabezados por su directora, Carmen Echarri, que lleva más de 20 años marcando esa línea, como prueba toda nuestra producción editorial”.
“El Faro”, ha valorado Rojo en el curso de un acto al que han acudido personalidades como el cronista oficial de la ciudad, José Luis Gómez Barceló, y los líderes del MDyC y Ceuta Ya!, Fatima Hamed y Mohamed Mustafa, “ha hecho una cobertura durante la pandemia sobre asuntos de interés desde el respeto y la objetividad, con un prisma de vecindad alejado de esa otredad tan presente en otras coberturas realizadas desde medios nacionales”.
La mayor o menor islamofobia de los artículos publicados en los medios analizados depende también en buena medida del tema que aborden, según las conclusiones de la Memoria 2020 del Observatorio específico. Los resultados del presente análisis confirman “la dificultad que la prensa encuentra a la hora de abordar los temas radicalización y terrorismo, que alcanzan los porcentajes más altos de islamofobia”.
El primero logra el 47% de artículos en rojo y el 29% en ámbar, empeorando la evaluación del informe anterior cuando alcanzó el 39% en rojo y el 27% en ámbar. El tema del terrorismo alcanza el 46% de piezas en rojo y 27% en naranja, así que también empeora respecto al 2019 cuando obtuvo un porcentaje ya muy alto de artículos islamófobos, el 60%.
El de mujer representa el 26% de los artículos analizados y mantiene un porcentaje bastante alto de artículos libres de islamofobia, el 52%. Sin embargo, este dato es inferior al año pasado cuando ascendió al 58%. Los artículos sobre este asunto considerados islamófobos se reparten en un 19% en ámbar y un 27% en rojo.
En lo que concierne a los artículos vinculados con el velo, aunque la muestra numéricamente poco significativa impida un análisis sólido, se confirma la tendencia negativa marcada en el informe anterior: los artículos islamófobos ascienden a un 57% (15% en ámbar y el 42% en rojo), un dato que empeora respecto al 2019, cuando este tema logró un 37% de artículos rojos y un 16% en ámbar.
El Observatorio ha puesto en marcha una Agenda de Diversidad Musulmana para facilitar a periodistas y medios ponerse en contacto de manera directa con fuentes musulmanas que eviten una relación “sujeto-objeto”.
En la metodología de 2020 del informe de Observatorio se incluye como novedad el análisis de las fuentes de las que se nutren las informaciones para comprobar hasta qué punto la islamofobia de las fuentes llega a impregnar o no la información recogida por los periodistas. El resultado del análisis indica “de forma clara” que si la fuente es islamófoba hay más posibilidades que la noticia también lo sea (poco más de un 40% frente a cerca de un 25% si la fuente no es islamófoba).
Sin embargo, que el 35% de informaciones que incluyen fuentes islamófobas acaben siendo calificadas en verde “habla también de forma elocuente de la capacidad de los periodistas de aportar equilibrio, neutralidad e inclusividad de puntos de vista”, según destacan los autores.
Por géneros, las noticias y los artículos de opinión, que no llegan al 50%, resultan peor parados tras pasar por el ‘semáforo’ que las entrevistas. Cerca del 70% de piezas analizadas de este género periodístico, que implica un diálogo directo entre periodista y entrevistado, han salido publicadas sin rasgo alguno de islamofobia.
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