El tribunal de la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta condenó al llamado J.V.L. a cuatro años de prisión tras reconocer su responsabilidad en un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. Él fue el piloto de una embarcación localizada a 8 millas de la costa de Ceuta el pasado 10 de marzo, con 9 inmigrantes marroquíes a bordo. El Servicio Marítimo lo abordó en torno a las seis de la madrugada de una jornada en la que, tal y como recordó el magistrado Fernando Tesón en la lectura de hechos, había un “fuerte viento” y “marea” que convertía esa navegación en peligrosa. De hecho, en plena travesía estuvieron a punto de colisionar con un buque.
El acusado, que declaró a través de videoconferencia, reconoció los hechos aplicándose la figura jurídica de la conformidad. Aceptó una pena de 4 años de cárcel, ordenándose también el comiso de la embarcación empleada. Se tuvo en cuenta, además de las condiciones peligrosas que rodearon la navegación, el hecho de que esa madrugada navegara sin iluminación y con exceso de personas a bordo, hacinadas y sin medios de protección.
Los nueve inmigrantes viajaban hacinados en la embarcación neumática
Se acordó la no suspensión de la condena, siendo firme la sentencia -leída in voce-, ya que las partes confirmaron su intención de no recurrirla.
El condenado fue interceptado por el Servicio Marítimo en uno de los últimos episodios vinculados a la inmigración clandestina que se registró en Ceuta antes de dictarse el estado de alarma. Desde las seis de aquella madrugada en la que las cámaras detectaron la presencia de una embarcación cargada de magrebíes hasta las nueve cuando fueron trasladados a puerto, se produjo un espacio temporal marcado por el riesgo que definió esta travesía que podía haber terminado de manera trágica, tal y como en su día hizo constar la Benemérita.
Aquellos inmigrantes fueron devueltos a Marruecos mientras que el piloto ingresó en prisión preventiva a la espera de la condena fijada ayer.