Tres años y dos meses de prisión. Esa es la condena que ha impuesto la titular del Juzgado de lo Penal 1 de Ceuta al llamado Ch.E.M., un marroquí de 60 años a quien la Guardia Civil detuvo el pasado 29 de agosto cuando desembarcaba en la ciudad con más de 35.000 pastillas de Rivotril.
La pena, acordada por conformidad entre las partes, conlleva además una multa de 409.900 euros con 3 días de responsabilidad subsidiaria. El ahora condenado, que fue sorprendido in fraganti y carecía de recursos para justificar una nula responsabilidad en este delito de tráfico de drogas, ha aceptado la pena.
Su ruta para introducir este tipo de mercancía la abortó la Benemérita a las ocho de la mañana de ese 29 de agosto, cuando al infundir sospechas entre los agentes procedieron a inspeccionar el vehículo que conducía.
Dónde tenía la droga escondida
Esas sospechas tuvieron su fundamento ya que bajo el piso de los asientos delanteros del coche fueron localizados más de 2.300 blister de 15 unidades que contenían un total de 35.520 pastillas de Rivotril 2 milligramos del principio activo Clonacepam. En el mercado podrían alcanzar un valor global de 204.950 euros.
Ahí terminó la intervención del Instituto Armado. Posteriormente solo queda echar mano de las sospechas y el trabajo previo realizado que vienen a fundamentar la existencia de una ruta de introducción de este tipo de mercancía que tiene como meta final su entrega en Marruecos para la realización de la llamada droga de los pobres.
En el caso de marras el acusado ha reconocido los hechos y cumplirá pena de prisión, en Mendizábal ya se encontraba cumpliendo preventiva. Las pastillas decomisadas pasan a su posterior destrucción después del análisis que se llevó a cabo por parte del área de Sanidad de la Delegación del Gobierno previo entrega del informe en el juzgado.