Seis meses de prisión. Esa es la condena que deberá cumplir un hombre que este mismo año fue detenido en la estación marítima intentando embarcar con
277 gramos de hachís escondidos debajo de sus prendas de vestir, tras haber adosado la narcótica sustancia a su cuerpo. Se le condenó por un delito contra la salud pública en su modalidad atenuada de menor entidad, pero dado su hoja de antecedentes la magistrada del
Juzgado de lo Penal número 1 acordó que cumpliera el medio año en
prisión.
De hecho en sus antecedentes figuran dos condenas anteriores por el mismo delito: tráfico de drogas, por lo que su señoría entendió que el acusado tenía propensión al delito como medio de vida. Así que a pesar de la poca cantidad que intentó trasladar de Ceuta a la Península, se acordó que debía pasar los 6 meses entre rejas dándosele un plazo para su ingreso voluntario en la cárcel. A esa pena se suma el pago de 463 euros. Este es uno de esos ejemplos de intervenciones vinculadas con el tráfico de drogas que se están llevando a cabo en el puerto en los últimos meses, deteniéndose a personas con escasa cantidad de hachís en su poder.
También en el día de ayer fue condenado otro acusado de un delito contra la salud pública que fue sorprendido por la Guardia Civil con 21 kilos de hachís ocultos en un doble fondo. Deberá cumplir una pena de 3 años y 4 meses. En ambos casos las condenas fueron por conformidad entre las partes.
Un año de prisión por intento de robo en Fructuoso Miaja
El Juzgado de lo Penal número 1 condenó a un año de prisión al llamado F.J.J.C. por un delito de robo con fuerza en las cosas en grado de tentativa, después de que fuera sorprendido por una empleada de hogar cuando intentaba entrar en una vivienda mediante el método del ‘resbalón’. Al verse sorprendido huyó al grito de ‘al ladrón’, siendo detenido unos metros más adelante de Fructuoso Miaja por la Policía. El acusado está en prisión y deberá cumplir la pena íntegra, ya que es reincidente por lo que la magistrada no acordó la suspensión de la misma en base a su histórico penal. De hecho consta que en febrero de 2017 fue condenado por otro delito de robo en casa habitada a una pena de 2 años y 4 meses. Sin haber estado extinguida intentó cometer un segundo robo además de la misma tipología. Que no lo hiciera fue porque la empleada de hogar notó un ruido extraño en la puerta y al asomarse por la mirilla sorprendió al caco en plena acción.