El
polifuncional del Príncipe ha sido el escenario elegido en Ceuta para dar comienzo a
los actos con motivo del ‘Día internacional para la eliminación de la violencia machista’ con el que se pretende poner de manifiesto que
la violencia de género es un problema que afecta a toda la sociedad.
Un numeroso público acudía a participar de estos actos que daban comienzo con la lectura de un manifiesto que recogió cuestiones tan fundamentales como que “esta lacra es un problema que nos afecta a todos como sociedad” y ha derivado en “desigualdad, discriminación, subordinación y una herida irreparable no solo en las mujeres que la sufren día a día en su piel, sino en sus hijos y en su entorno familiar”.
Cualquier mujer, continuaba el manifiesto, puede ser víctima a lo largo de su vida de “violencia física, psicológica, sexual o verbal” y cualquier hombre puede ser “víctima de una educación machista que le lleve a considerar a la mujer como alguien en situación de inferioridad, sin capacidad de decisión ni actuación sobre su propia vida”.
Es por ello que con este manifiesto se ha hecho una petición para que la sociedad sea consciente de que el “maltrato es un problema de todos” y que es necesario adoptar “medidas que fomenten la igualdad entre hombres y mujeres”. Sin olvidar, además, la relevancia que tiene que las mujeres “tengan una respuesta inmediata y efectiva cuando piden ayuda, garantizando su seguridad”.
El manifiesto concluía con una petición: “Que entre todos contribuyamos a construir una sociedad más justa, libre y pacífica diciendo NO a la violencia de género. Ni una más, basta ya”.
La responsable del área de Servicios Sociales e Igualdad, Josefina Castillo, se ha encargado de relatar una historia de sufrimiento, malos tratos y, finalmente de esperanza. El de una mujer, reflejo de muchas otras, que un día vio cómo el amor se transforma en dolor y violencia, pero que con fuerza y tesón encuentra como salir de ese oscuro pozo. “Hoy se siente liberada de una carga muy pesada que duró tres años y recuperó su vida con ayuda de sus familiares y un centro especializado en temas de violencia. Encontró trabajo y ahora es una mujer que mira adelante junto a su pequeño. Un día, en su desesperación, vio la luz y renació de sus cenizas como el ave Fénix y hoy cree que el silencio y la complacencia desmedida no son el camino hacia la luz, la libertad”.
Prevenir estos actos es fundamental y para ello se contó con la presencia de una experta en la materia, la delegada del Área de Participación Ciudadana de la Policía Nacional, Ana Moya, quien ofreció las pautas a seguir en la prevención de esta violencia. “Lo más positivo de estas charlas es que las mismas mujeres que acuden a ellas son víctimas y no se dan cuenta de ello, pero nos damos cuenta de que son actuaciones productivas porque en cada charla salen aparecer dos o tres personas que reconocen que son víctimas de violencia de género”.
Con los menores, añade Moya, ocurre lo mismo. “Están siendo acosados o son víctimas de delitos de internet por lo que la labor preventiva en este caso funciona”.
Gracias a estas intervenciones del Área de Participación Ciudadana se dan a conocer una serie de indicios que puede dar lugar al inicio de un proceso de malos tratos. “En caso de detectarlos, se puede actuar en consecuencia. Por ello les informamos sobre los perfiles y metodologías para que sepan actuar en estos casos”.
En lo que va de año son 51 las mujeres que han muerto a manos de sus parejas o exparejas y, por todas ellas, se guardó un minuto de silencio.
Y también por ellas, los asistentes se colocaron una pulsera morada para sumar sus voces y gritar: “¡Basta ya!”.