Parados a la salida del muelle de España, miran con atención un panfleto. Están a punto de conocer Ceuta en este lunes soleado de primeros de enero. La ropa típicamente veraniega, las gafas de sol y las gorras dan a entender sin duda alguna que son turistas. Son, de hecho, solo dos de los 850 viajeros que desembarcan en el buque ‘Balmoral’.
El atraque es significativo para el Puerto. El navío, armado en 1988, no ha pasado por la ciudad desde hace trece años. Después de un largo periodo de ausencia, vuelve a dejarse ver para aquellos amantes de la náutica.
Son muchos los que aún no han bajado por la pasarela. Algunos descansan en los bancos de piedra. Otros, los más madrugadores, vuelven de su visita. Un grupo se reúne a la salida del barco. Pronto, llega un autobús dorado y paso a paso se suben en él. Es uno de los vehículos facilitados para las guías turísticas programadas. No están solos en esta travesía. Más de quinientos empleados estarán a su lado para hacer su vivencia lo más satisfactoria posible.
La mayoría de huéspedes son personas de la tercera edad procedentes del Reino Unido. Matrimonios que han decidido pasar un apacible viaje en el mar. Después de su estancia en Málaga, hacen una pausa antes de partir a Tánger, su próximo destino.
Explorar Ceuta
Las impresiones sobre Ceuta son variadas. Algunos incluso no conocían su existencia por lo que, este punto del trayecto, se les presenta como una oportunidad para explorarla. Es el caso de Teresa y su esposo, que, a gracias a esta travesía, han podido verla. Están agradecidos con la experiencia.
“El personal es encantador y la comida está genial”, resaltan. El único inconveniente para ellos es la accesibilidad dentro del barco ya que él va en una silla de ruedas eléctrica. Entienden en parte que ello se debe a la antigüedad del barco. A pesar de la traba, solo tienen buenas palabras sobre el crucero.
Su visita favorita hasta la fecha ha sido Cádiz. “Es una población muy bonita. Hemos estado allí muchas veces”, comenta. Tienen buenas impresiones sobre lo que han visto. “Todo está muy limpio y eso me gusta”, bromea. Normalmente toman café cada vez que hacen una parada, pero, en esta ocasión, los bares les pillan un poco lejos debido a sus problemas. Ella señala el bastón. Es el motivo por el que han decidido quedarse sentados en un banco.
Son veteranos en este tipo de turismo. Han conocido un total de 35 países a bordo de distintas embarcaciones. Disfrutan del sol y charlan tranquilamente. Se sorprenden al ver pasar un helicóptero.
Jerry y su esposa están a punto de salir para recorrer los rincones de la ciudad. Ella se da cuenta de que se ha olvidado el monedero y va de vuelta al barco. Él comparte sus impresiones sobre esta excursión que les espera. Conocían Ceuta de antemano. Vieron que era una de las escalas de la travesía. Les llama la atención su carácter fronterizo. “Vimos su nombre en la revista del crucero. Sabemos que es un enclave español en Marruecos y que hay algunos problemas ocasionales en la frontera”, señala. Le parece a simple vista “muy agradable” y le llama la atención que haya “tantas casas de altura y su cultura antigua”. Están expectantes y quieren “explorarla”.
“Haremos una visita rápida. Intentaremos almorzar por aquí”, expresa. Son numerosos los lugares con los que han tenido contacto en esta ruta del ‘Balmoral’. “Se puede comparar entre los distintos destinos”, expone ella.
Armado en 1988
La naviera Fred Olsen es la que opera con esta embarcación armada en 1988 por la compañía Meyer Werft, procedente de Alemania. Originalmente fue bautizada como Crown Odyssey hasta finalmente desembocar en las manos de esta empresa. A…