El presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Juan José Imbroda, dentro del entendimiento que tiene con el Gobierno de Mariano Rajoy no se calla la boca cuando tiene que decir las cosas como son. Ayer, ante la situación que, por lo visto, también está padeciendo la ciudad hermana en relación con la frontera y que él mismo considera que el problema de Ceuta aún es peor y que “está reventando”, ha pedido al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoilo, un refuerzo urgente de policías nacionales y guardias civiles para las dos ciudades. Ha empleado una tesis que este medio ha utilizado en muchas ocasiones, cuando ha indicado que la situación de Ceuta y Melilla no es comparable, en absoluto a otras ciudades como Cuenca o Guadalajara. Los dos territorios europeos en el Norte de África somos otra cosa y necesitamos una atención urgentísima en materia de seguridad ciudadana. Está muy bien, como decíamos el otro día, que Interior haya convocado un concurso para que 10 policías de la básica se trasladen a la frontera de Ceuta, pero es un parche, hay que seguir insistiendo. Cada uno, por supuesto, tiene su método, pero hay veces que el sistema de Imbroda al menos da un aldabonazo en las conciencias de algunos políticos en Madrid. En la situación que vivimos en estos momentos, los paños calientes no sirven y las exigencias hay que ponerlas encima de la mesa. Vivas e Imbroda forman un buen tandem y cada uno tiene su papel.