Respetada directora, me dirijo a Vd. con la pretensión de puntualizar algunas de las afirmaciones vertidas en el artículo publicado en su diario sobre la revindicada “preocupación”, de los usuarios del puerto deportivo, o de la Asociación que dice representarlos por la salud pública.
Cuando falta el ánimo para alegar algo disimulando y excusándose de lo que uno mismo pretende hacer, además de emplear un pretexto, incurre en una crueldad manifiesta, estos conceptos, el disimulo, el ánimo y la crueldad van íntimamente ligados a la cobardía, que es en lo que se incurre cuando el fin pretendido no es otro que tratar de quitar del lugar que ocupa a una asociación NO SUBVENCIONADA, cuy@s voluntari@s solo aportan trabajo y sacrificio para atender, curar, esterilizar y alimentar a unos animales que si no fuese por la desinteresada labor ejercida, deambularían a su suerte por la ciudad.
No se descansó hasta hacer un pasillo por la parte inferior del puente atravesando la colonia, que lleva dos años sin utilizar. Se pretendió volver a tiempos pretéritos, con rampas para motoras e instalaciones que en su día se tuvieron que quitar por el tráfico ilegal que se producía. Se ha colocado unos jardines delante de la colonia que impide ver el interior y que nadie cuida, ni la Asociación ni el Ayuntamiento. Colocaron los cubos de basura en la puerta de la colonia. Se construyó sobre el espigón unas instalaciones que seguramente no le serían autorizada al resto de los mortales y ahora pretenden echar la culpa de sus fallidas ínfulas a los gatos.
Las vallas están perfectamente en casi todo el perímetro, tan solo existe un lugar por el que podrían pasar algún animal y lo mismo que yo me he dado una vuelta y lo he descubierto, supongo que ellos que pagaran un mantenimiento podrán solucionarlo. Yo les cedo gratuitamente la fotografía del lugar para que puedan acometer tan "costosa" tarea. También es necesario puntualizar a esta pretendida asociación tan preocupada por la salud pública, que las instalaciones del puerto no son suyas como pretenden hacer creer cuando dicen “…que la existencia de una gatera en sus espacios actúa como ‘efecto llamada’ para abandonos masivos”.
En definitiva, todos debemos tener claro que el fin de estos señores no es el bienestar y la salud de los ceutíes. Esgrimen la FALSA excusa de los daños producidos en las instalaciones por los gatos, para conseguir unos espacios que no han ocultado nunca les apetece añadir a los que ya poseen.