La consejera de Hacienda del Gobierno de Ceuta, Kissy Chandiramani, describió ayer el proyecto de Presupuestos de la Ciudad para 2024 como un documento “pragmático”. Traducido a su origen filosófico, el expediente debería, de acuerdo con su principal autora, “buscar las consecuencias prácticas del pensamiento” y “poner el criterio de verdad en su eficacia y valor para la vida”, es decir, para la ciudadanía.
No se trata de un mal principio de partida para un tiempo que se augura difícil por el contexto inflacionista y la previsible subida de los tipos de interés, así como la pérdida de ingresos extraordinarios ligados a la crisis de la pandemia o la crisis migratoria de mayo de 2021.
En ese marco la consejera no solo ha logrado lidiar con una pequeña caída de los ingresos en términos consolidados, sino también insertar las peticiones que le han trasladado el primer y el tercer grupo de la oposición, el PSOE y el MDyC, para contar con sus votos a favor, con lo que las cuentas prosperarán previsiblemente con una mayoría muy amplia de respaldo.
Las prioridades que marcó ayer Chandiramani de utilización de los cerca de 374 millones de euros que gestionará en 2024 el Gobierno de la Ciudad también son plausibles: mejora de los servicios públicos, mantenimiento del empleo, consolidación del nuevo modelo productivo por el que se apuesta, inversiones en ámbitos clave como el de la construcción de Viviendas y nuevas infraestructuras...
El Ejecutivo local debe avanzar el año próximo en términos de ejecución para que lo que se promete a la ciudadanía a finales de cada año se plasma en realidades al siguiente.