El presunto asesino de un ceutí en Pasaje Diamante llegó hasta Tarifa oculto en una patera con más personas. Era la última vía a la que podía agarrarse a sabiendas de que la Policía Nacional y la marroquí estaban detrás de sus pasos.
Desde el asesinato de José Luis Z.G., en 2016, estaba escondido en Marruecos. A sabiendas de que se iba a producir su detención más tarde o más temprano decidió escapar en una patera, usando un falso nombre, como un inmigrante más, cuando en el fondo era un homicida.
La patera fue interceptada por Salvamento, que la condujo a Tarifa el pasado 3 de julio. Cuando se le auxilió dio un nombre falso, pero al cotejar sus huellas saltaron todas las alertas: era la persona a la que la Policía buscaba desde el día del crimen, después de que en 48 horas se le pudiera identificar sin problemas.
Había una orden de búsqueda internacional por lo que su auténtica identidad quedó desvelada en la revisión de sus datos en Tarifa. Ahora está en el juzgado a expensas de que el juez del número 3 ordene su ingreso en prisión.
En la investigación han participado de forma brillante la UDYCO, la UDEV, Policía Judicial y Científica.