La Administración General de Prisiones y Reintegración anunció este jueves la decisión de deportar a un grupo de los principales activistas de movimiento rifeño Al Hirak, encarcelados en la ciudad de Casablanca, hacia cárceles del norte del país. Esta decisión se produce después de las apelaciones contra el número total de detenidos llevados a cabo en Alhucemas.
El objetivo es acercar a estos presos lo más cerca posible de sus familias y así mantener sus lazos familiares y sociales. En este traslado, la Comisión General adoptó los estándares de organización para la duración de la condena impuesta a cada uno de ellos y la clasificación de las instituciones penales en términos de ese tiempo, teniendo en cuenta ciertos casos especiales relacionados con el carácter familiar y social.
La Delegación General de la Administración Penitenciaria y de Reinserción informó de que la medida afectará a “un grupo” de los 42 activistas de Al Hirak al Chaabi (movimiento popular) que fueron condenados en apelación el pasado 5 de abril por un tribunal de Casablanca a penas de entre uno y 20 años de cárcel.
La corte de apelaciones de Casablanca celebró el sábado por la noche una sentencia de 20 años para Zafzafi, de 39 años, y tres de sus colegas, luego de ser condenado por cargos que incluyen conspiración por afectar a la seguridad del estado. El resto de las sentencias preliminares de la corte emitidas en junio del año pasado varían de 15 años a uno.
El tribunal también confirmó el encarcelamiento del periodista Hamid Al-Mahdawi durante tres años porque no denunció una llamada telefónica de una persona que habló sobre “traer armas a Marruecos por motivos de movilidad”. Treinta y ocho de los 42 detenidos, incluido Nasser Al-Zafzafi, han denunciado falta de justicia.
La organización Human Rights Watch (HRW) emitió un comunicado para criticar con dureza el veredicto del pasado viernes, tildándolo de "un acceso de venganza" y cuestionando el hecho de que esté "en parte fundado sobre confesiones manchadas de sospechas de tortura". Para HRW, el veredicto contra el Hirak "puede volverse contra Marruecos en un momento en que la cólera popular se extiende por las calles de la región (del Magreb)”.