Agentes de la Guardia Civil de Ceuta detuvieron este viernes al piloto de una moto de agua que ocultaba alrededor de 10 kilos de hachís. Su objetivo no era otro que intentar el pase después de haber partido de las aguas marroquíes. Pero le salió mal la jugada: fue interceptado por componentes del Servicio Marítimo en la bahía sur, quedando detenido por su relación con un delito contra la salud pública. Natural de Marruecos, pasará a disposición judicial en las próximas horas.
El servicio, lejos de ser anecdótico, supone el reflejo de la enorme presión que está sufriendo la Benemérita con una presencia constante en las dos bahías de motos de agua que no hacen más que incurrir en constantes acosos para controlar los movimientos de las patrulleras, comprobar sus rutas y amparar la comisión de delitos: básicamente el tráfico de drogas e inmigrantes.
Este viernes tocó abortar uno de estos pases, como se ha hecho en lo que va de verano con otros delitos intentados. Pero es tal la presión ejercida que resulta imposible frenar la vena delincuencial que se extiende en las dos bahías. Por parte de Marruecos se hacen también controles a las motos de agua, al otro lado también se han registrado detenciones de marroquíes y españoles cargados con hachís.
En lo que va de año en Ceuta se han intervenido unas 7 toneladas de esta droga y la amplia mayoría lo ha sido por vía marítima, tanto a bordo de narcolanchas como en motos de agua dotadas de fondos que son completados con hachís. Uno de los problemas a los que tiene que hacer frente el Instituto Armado es el de esa contra-vigilancia a la que se expone, ya que en este negocio del tráfico de estupefacientes los roles están perfectamente definidos con pasadores por un lado y vigilantes por otro, cuya única labor es informar de los movimientos de las patrullas para facilitar la información sobre las rutas de tráfico más seguras por estar menos vigiladas.
Entre unos y otros asoman aquellos que únicamente se dedican, con sus vehículos acuáticos, a entorpecer la labor de control porque pasan mañana y tarde navegando de bahía en bahía solo con el fin de despistar e intentar desestabilizar los controles.
Hace años para comprar una moto de agua te exigian un patron de embarcacion pero ahora la cosa a cambiado, por 80 o 90 euros te dan en el mismo dia una licencia para gobernarlas y sin limite de potencia, pues se ven de estos casos, atropellos a delfines, invadir zonas protegidas, navegar de noche, no respetar los tres nudos en puertos....
A que esperan para actuar contundentemente contra esta gentuza?
Precintado de motos y multones a esta gentuza y darle fuerte a los aguadores.
Esto se soluciona muy fácil y es dotar a la guardia civil de una buena ametralladora y que hagan como la marina marroqui