El Ministerio del Interior ha hecho público su primer
balance migratorio del año en el que se refleja claramente los efectos de la
cadena de detenciones realizadas por
Marruecos para evitar entradas de inmigrantes en Ceuta. Una acción harto denunciada
por las oenegés y puesta de manifiesto en el último Círculo de Silencio ante el desconocimiento sobre cómo se llevaron a cabo esas detenciones y si se apreció la existencia o no de solicitantes de asilo o menores que deben ser protegidos. De acuerdo con los datos de Interior, del 1 al 15 de enero se han producido 17 entradas por los espigones y la valla, once menos que en 2023 cuando fueron 28 los registrados de manera oficial. Esto supone un descenso del 39,3%. En ese grueso de personas se encuentran
los palestinos que pudieron cruzar a nado bordeando el espigón
del Tarajal.
Relación directa con la presión en Marruecos
Una cifra baja que está directamente relacionada con esa
presión ejercida por Marruecos hasta el punto de que en los primeros días del año no hubo siquiera entradas ni tampoco se registraron intentos numerosos con motivo
de la Nochevieja, algo inusual. Por vía marítima no se produjo la interceptación de ninguna embarcación llegando a Ceuta a diferencia de los 9 inmigrantes que lo hicieron en dos en los primeros 15 días de 2023. Esto supone que el descenso sea del 100%. Sí que hubo servicios practicados por el Instituto Armado pero de salidas de inmigrantes que pretendían ser introducidos de manera clandestina en la Península. Esta es la lectura oficial que aporta el Ministerio del Interior en base a los registros oficiales que recibe.