El total de desempleados registrados por los servicios públicos de empleo durante el mes de octubre de 2020 en nuestro país, nos ofrecen un panorama esperanzador, que se confirma también en las predicciones que surgen de los modelos estadísticos. Con ellos se fortalece el camino hacia la recuperación, pese a las dificultades en las que aún nos encontramos debido a la segunda oleada de contagios por el COVID. Esta situación contrasta con los nada esperanzadores datos que se conocieron respecto a la evolución del desempleo y de las afiliaciones a la Seguridad Social durante el mes de marzo de 2020, que es cuando se declaró el estado de alarma y se llevó a cabo la paralización de gran parte de la actividad económica del país.
Para contribuir a aclarar la situación varios investigadores de la Universidad de Granada y de la Universidad Complutense de Madrid decidimos llevar a cabo un análisis de la evolución de esta variable utilizando técnicas econométricas de modelización y predicción de series estadísticas. Se han realizado dos tipos de estimaciones distintas. Una, con los datos hasta el mes de febrero de 2020, previo al inicio de la crisis del COVID 19, y otra incorporando los datos de desempleo de marzo de 2020, una vez inmersos en pleno proceso de paralización económica de la mayoría de los sectores del país. Posteriormente se han continuado efectuando nuevas estimaciones y predicciones. La última se ha realizado con los datos del desempleo de octubre de 2020 incorporados. La idea y el objetivo era separar la evolución económica hasta el comienzo de la pandemia por COVID, de lo que hemos estado viviendo desde marzo a consecuencia de este factor externo, desconocido e imprevisto.
Lo que decían los datos en el mes de marzo, recién comenzado el confinamiento, es que el paro registrado sufrió la mayor subida mensual de la serie histórica (354.000 personas), lo que supuso un incremento del 9,3%. A los 3,55 millones de personas en paro se le han de añadir otros 245.045 demandantes de empleo no ocupados. Y si se le añade las personas que buscan una mejora de empleo, se alcanzaría la cifra de 4,98 millones de demandantes de empleo. Los datos anteriores supusieron que el número de contratos registrados cayeran en un 26,5% en marzo respecto al mismo mes del pasado año.
Las predicciones efectuadas de la evolución del desempleo en España, incluyendo en los modelos los datos históricos mensuales desde enero de 2001 hasta febrero de 2020 nos indicaban que se produciría claramente un moderado descenso del total de desempleados a partir de abril de 2020, que se hacía más intenso en el sector servicios y la construcción, y también, aunque de forma más moderada en la industria, manteniéndose estable la agricultura. Nuestra economía caminaba razonablemente bien, en lo que a creación de empleo se refería.
Sin embargo, cuando se incluyeron los datos de marzo de 2020, es decir, los producidos en plena crisis del COVID 19, se observó claramente un cambio en las predicciones. Así, aunque se seguía manteniendo un moderado descenso en el total de desempleados a partir de abril de 2020, sin embargo, en la industria y, en mayor medida, en los servicios, el incremento del desempleo previsto por los modelos era notable. La agricultura se mantenía excepcionalmente con unas previsiones de desempleo descendentes, lo cual era lógico, por ser un sector esencial para mantener abastecida a la población durante el confinamiento. Algo parecido sucedía con el sector de la construcción.
Incorporando los datos reales del desempleo registrado por el Servicio Público de Empleo Estatal en el mes de octubre de 2020, se evidencia que “el empleo sostiene su recuperación a pesar de la pandemia”. Es lo que se indica desde el sindicato mayoritario Comisiones Obreras, añadiendo que, si se utiliza la serie histórica del paro registrado, se puede observar que el aumento de 49.558 personas paradas del mes de octubre de 2020 es el menor incremento en ese mes desde 2016. De la misma forma, con los datos de afiliación media de octubre de 2020 incorporados a la serie, se observa que el número medio de personas afiliadas a la Seguridad Social se situó en 18.990.364, lo que supone un aumento de 113.974 personas afiliadas más respecto al mes anterior. Con estos datos, la pérdida interanual de empleo baja a 439.628 (893.361 personas en junio). No obstante, al cierre de octubre siguen incluidos en ERTE 599.350 personas (129.559 menos que a 30 de septiembre), y muchos menos de los 3,4 millones que estuvieron incluidos en abril de 2020, por lo que el 82% de los afectados se ha incorporado a su puesto de trabajo.
Si ahora nos vamos a los modelos estadísticos de predicción realizados, el modelo resultante tras incorporar los datos de octubre de 2020 es bastante estable y nos muestra una tendencia general hacia una disminución sostenida del desempleo en casi todos los sectores, salvo en agricultura. De todos, destaca el sector servicios, por ser el de mayor población. De confirmarse en la realidad de los próximos meses estas predicciones, pronto nos situaríamos en niveles parecidos al mes de marzo, cuando comenzó el primer confinamiento por la pandemia, y el consiguiente cese de la actividad económica.
El incremento histórico del 9,3% mensual que sufrió el desempleo en el mes de marzo de 2020, a consecuencia de la grave crisis sanitaria internacional del COVID 19, ha provocado, y sigue haciéndolo, airados debates acerca del futuro de nuestra económica y del impacto que dicha crisis causará en nuestro país. Asimismo, también hay opiniones contrapuestas respecto a la conveniencia de las medidas decretadas por el Gobierno, para paliar los efectos más graves, fundamentalmente, en las personas y sectores más vulnerables. Nosotros consideramos bastante acertadas las medidas económicas adoptadas por el gobierno de España, cifradas en aquella fecha en más de 125 mil millones de euros, con un fuerte componente social y de protección a las personas y sectores más vulnerables.
El efecto final de estas medidas, salvo factores externos no controlados, pensábamos que iba a ser positivo para la evolución del desempleo en nuestro país, respecto de lo que podría haber ocurrido si no se hubieran adoptado. Una vez incorporados los datos de mayo de 2020 a los modelos, se observó que la serie de desempleo parecía que tendía a su estabilización y a mantenerse en valores cercanos a los que se produjeron en abril de 2020, comenzando a vislumbrarse los efectos positivos de las medidas de choque del gobierno de España. Con la incorporación de los datos del mes de octubre de 2020, se han confirmado dichas previsiones y se han ampliado en positivo.
Por tanto, entendemos que la economía española va por el buen camino. Nuestro modelo estadístico así lo corrobora respecto al desempleo. Y, si hay trabajo es que hay actividad económica, pese a los enormes problema y restricciones que vuelven a aparecer a causa de la segunda oleada de contagios de la pandemia del COVID-19. Estos datos, junto al anuncio de que el gobierno prepara un plan especial de ayuda directa a bares y restaurantes afectados por el cierre obligatorio, nos hacen seguir viendo el futuro con bastante esperanza.
(*) José Aureliano Martín Segura. Profesor Titular del Departamento de Organización de Empresas II y miembro del Grupo de Investigación Innovación, Sostenibilidad y Desarrollo Empresarial (ISDE) de la Universidad de Granada.
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