Sin duda la polémica ha acompañado a Vox desde que hace unos meses saltó a la primera línea de la escena política. Pero lejos de desvincularse de ella parece ser la mejor aliada electoral de la formación, que la alimenta a diario con declaraciones y comentarios descabellados, para lo que se puede entender de la clase política, e incluso, hasta bastante surrealistas por la escasa credibilidad de que sus intenciones se puedan materializar. Hace unos días su candidato al Congreso por Ceuta, Rafael Rodríguez, volvió a echarle leña al fuego en esta novela al manifestar la intención que tiene su partido, en caso de salir electo, de
“cerrar las mezquitas fundamentalistas”, de expulsar de los “imanes que promuevan la yihad, el integrismo y el menosprecio a la mujer”, así como de investigar “el radicalismo religioso”. Declaraciones incendiarias en Ceuta que no tardaron en obtener respuesta por parte del resto de formaciones que manifestaron su condena, distanciamiento y rechazo, como expresaba este lunes el candidato al Congreso por el Partido Popular, Guillermo Martínez, que tachaba a Vox de “pirómanos” que intentan “romper la convivencia”. Para el candidato del PP, estos comentarios “prenden fuego” a la estabilidad, la convivencia y “las buenas relaciones de los ceutíes”. Martínez le recordaba a Vox que este tipo de acciones solo le compete a los cuerpos y fuerzas de seguridad y al Centro Nacional de Inteligencia, “a quienes se les ha faltado al respeto”, y tildaba de “peligroso” que un partido político aspire a conseguir esas competencias en investigación, “porque en los estados democráticos las llevan a cabo las fuerzas de seguridad y no los políticos”. Martínez advertía que estos comentarios “de barra de bar” solamente generan “controversia”. Aunque confía en la que la formación de Abascal no obtenga, al menos en Ceuta, representación alguna “porque resultaría peligroso que personas que representan a los ceutíes en las Cortes Generales pretendan defender posiciones como estas”. Los candidatos populares al Congreso y al Senado presentaron este lunes durante su visita al Polígono algunas de sus propuestas en materia tributaria para Ceuta, que cuentan con un gran peso en inversión pública. El candidato a la Cámara Baja insistió en el enorme peso que ejerce el sector público en la ciudad, “ya que más del 60% de nuestro PIB está vinculado a la administración y, por lo tanto, hacer inversiones en el sector público nos parece esencial”. Los populares se enaltecen de algunas de sus viejas victorias para vender nuevas propuestas, ya que, remarcaba Martínez, “no prometemos la luna ni cuestiones irrealizables”. Con ello recordaban cómo consiguieron incrementar la deducción del IRPF hasta el 60% en la Ley de Presupuestos de 2018, “gracias a la cual hoy pagamos un 20% menos en impuestos de la renta y de esta manera cada ceutí está pagando 600 euros menos”. En base a ello anunciaban que lucharán para conseguir una nueva bajada, y que también tenga su reflejo en el impuesto de sociedades, sucesiones y actos jurídicos documentados. Recuperar la inversión prometida en los PGE del pasado año, y que este ejercicio no han dejado muy bien parada a la ciudad, es el otro gran reto de los populares. “Cumpliremos con la inversión que había prevista y que con carácter plurianual suponía, aproximadamente, 110 millones de euros”. Una inversión que contemplaba la remodelación de la frontera del Tarajal, la construcción de una casa Cuartel de la Guardia Civil, tres centros educativos nuevos o la finalización del Palacio de Justicia en el Banco de España. Inversiones que calificaba Martínez de “negro sobre blanco” y de las que acusaba al Gobierno socialista de “no haber ejecutado”. Además recordaba que la inversión de esos 110 millones de euros tendrá un efecto colateral en la recaudación del IPSI, “que sufrirá un incremento de 11 millones, los cuales podrán redundar en la mejora de los servicios públicos”.
“Las encuestas han maltratado históricamente al PP”
Las encuestas no le están siendo al Partido Popular todo lo favorables que ellos desearían. Las últimas tres asignaban, respectivamente, un candidato para el PP, PSOE y Vox. Se atisba, con ello, un horizonte muy poco claro para las formaciones políticas pero, sobre todo, para los populares que pueden ver peligrar estas casi dos décadas representando a Ceuta en las Cortes Generales. Sin embargo, los candidatos le restan hierro al asunto. Expresaban que sus percepciones “son positivas” y que “las encuestas históricamente han tratado mal al PP”.