El secretario general del PSOE de Ceuta, Juan Gutiérrez, entró en ebullición el lunes de la semana pasada, cuando el reloj de la política nacional empezó a contar las horas para el previsible estallido de una polémica política de calibre al hilo del acuerdo que los socialistas iban a cerrar con EH Bildu para sacar de la Alcaldía de Pamplona a UPN.
El líder de la oposición en la Asamblea se encontró de repente con un Ferraz no ya solo plenamente en sintonía con su ambición veraniega de “estar adentro” del Ejecutivo local, sino ansioso por conseguir una alianza con el PP para que Pedro Sánchez pudiera equiparar ambas como prueba de la capacidad de “responsabilidad” socialista para “dar estabilidad y hacer avanzar” a cualquier región.
Según fuentes del Gobierno de la Ciudad, Gutiérrez rescató la idea de gobernar en coalición en Ceuta con el PP el día de la Inmaculada Concepción, cuando trasladó a Vivas que en Madrid le habían dado la luz verde que le negaron en agosto. Entonces Ferraz prohibió a Daoiz mantener abiertas las negociaciones abiertas con los populares de Ceuta a través de las que se iban a hacer con tres consejerías y varias empresas municipales.
El portazo del PSOE fue estruendoso: “Con el partido de Feijóo, que nos insulta cada dos palabras, difunde bulos a diario y tiene un nulo respeto por el presidente Sánchez, no hay nada que hacer a nivel de pactos [estables y formales]”.
Apenas cinco meses después, Gutiérrez volvió el 8 de diciembre a intentar abrir esa posibilidad de acuerdo y sugirió al PP “filtrar” que ambos partidos iban a crear un grupo de trabajo para ir repartiéndose responsabilidades y sillones.
En Ainara el volantazo del socialista, que en agosto ya amagó con intentar hacer descarrillar la primera modificación de los Presupuestos de 2023, como ahora amenaza con votar en contra de los de 2024 que aprobó inicialmente en noviembre y cuyas últimas enmiendas ha hecho suyas el PP, fue recibido con sorpresa y cierta estupefacción.
Entonces todavía no se sabía nada de lo de Pamplona, pero a la finalización del puente, con Vivas todavía fuera por cuestiones personales ineludibles, el frenesí al teléfono de Gutiérrez empezó a resultar indescifrable: “Madrid me está apretando”, dicen en el PP que llegó a confesar el socialista.
El miércoles el presidente de la Ciudad volvió a verse personalmente con Gutiérrez. A primera hora de la mañana ya había saltado la noticia desde Navarra: EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin habían pactado una moción de censura en Pamplona que permitiría hacer alcalde a Joseba Asirón, cabeza de lista de los primeros.
Vivas, que todavía no tenía conectados ambos asuntos, ya había regresado de la península convencido de rechazar la última oferta del PSOE “por coherencia”, según fuentes de su entorno. “El presidente ni siquiera llegó a plantear a Génova la idea de entablar conversaciones de nuevo con los socialistas para formar un gobierno de coalición porque no le pareció serio ni entendía qué había cambiado desde agosto, cuando se nos tachó por escrito de ser el partido de la mentira y la corrupción”, amplían.
El líder del PP sí ofreció a su interlocutor una participación “activa” en la toma cualquier decisión “que afecte al futuro de la Ciudad y de la Asamblea”, desde los Presupuestos hasta el Plan de Inversiones pasando por la gestión de los servicios, el Plan Integral del Estado, la financiación autonómica, la mejora del REF, la recuperación de las bonificaciones a la Seguridad Social, etcétera.
Era una forma de intentar satisfacer también la aparente frustración de Gutiérrez por escuchar que lo que hace en la Asamblea “levantando la mano” al final no le “rinde”.
“En realidad Vivas y todo el PP nos mantenemos donde nos quedamos en verano: defender la legislatura con un gobierno en solitario dialogando y acordando mucho con todos los demás partidos sobre principios básicos que compartimos para defender a Ceuta, el principio de igualdad de los caballas con el resto de los españoles, nuestro modelo de convivencia...”, indican fuentes del Ejecutivo local. Igualmente claro dejó el presidente al líder del PSOE que el PP no se volvería a acercar a Vox.
"En realidad en el PP seguimos donde nos quedamos en verano", alegan fuentes de Ainara
“Cuando [el jueves] salió Sánchez desde Estrasburgo conectando el pacto de Pamplona con la oferta de aquí lo entendimos todo”, analizan en el PP, donde ha dejado un regusto especialmente malo que el PSOE intentase tender esa “trampa” para “dejar a los pies de los caballos” a “un presidente autonómico popular que ha mantenido y va a seguir conservando a pesar de todo una lealtad institucional absoluta con el Gobierno de la Nación para hablar de Marruecos, de la frontera, de cualquier tema de interés general, y que se ha alejado total y definitivamente de los postulados de Vox”.
Para algunos dirigentes del Partido Popular local el secretario general del PSOE de Ceuta tampoco sale indemne, pues “en su responsabilidad también hay que tener personalidad y criterio para decir que no a según qué cosas”.
El enfado socialista por no acceder al Gobierno ni ser capaz de parar la municipalización de la limpieza pública, que dejará a Gutiérrez en el brete de renunciar a su carrera política o a parte de sus ingresos actuales entre la Asamblea y Trace, ha llevado al PSOE a no presentar las alegaciones que había anunciado para la aprobación definitiva de los Presupuestos de 2024, prevista para la próxima semana.
Ha anunciado su voto negativo solo tres semanas después de respaldarlos presumiendo de haber incluido 75 millones en inversiones. El PP las ha asumido todas (y retirado la de ProEqualdad) para dejar sin argumento político a los socialistas. “Otra cosa es que les importe”, se teme en el Ejecutivo.
La Asamblea prevé celebrar el miércoles Junta de Portavoces y, el jueves, la preceptiva Comisión Informativa de Hacienda y la sesión de elección de los nuevos vicepresidentes de la Mesa Rectora del Pleno, puestos a los que podrían acceder la líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), Fatima Hamed, cuyo partido se ha consolidado como uno de los puntales de la estabilidad de la institución, y el nuevo diputado socialista Melchor León.
Aunque el PSOE está amagando con volar todos los puentes de relación con el Partido Popular este no piensa hacer ninguna jugada para dejar a los de Gutiérrez fuera de la Mesa, algo que podrían forzar si uniesen sus votos con los de los partidos localistas y el PSOE no fuera capaz, a su vez, de entenderse con Vox.
Esa idea no pasa por los planes del partido mayoritario, según las fuentes consultadas. Con ese calendario, el Pleno de aprobación definitiva de los Presupuestos de la Ciudad para 2024 tendría lugar durante la última semana del año, presumiblemente el 27 o 28.
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