En hogares de Ceuta resulta habitual encontrar fruteros con manzanas y plátanos juntos o cestos que comparten patatas y cebollas.
Guardar de forma adecuada los alimentos es imprescindible para mantener su frescura y evitar el desperdicio de comida. Sin embargo, existen errores bastante extendidos que muchas personas cometen por desconocimiento y que pueden afectar la conservación de frutas y verduras.
Uno de los fallos más habituales es guardar patatas y cebollas en el mismo espacio, una práctica que, según la tecnóloga alimentaria Cristina Lora, debe evitarse para prolongar la vida útil de estos productos.
A través de su cuenta de Instagram (@nutret_divulgacion), Lora ha explicado por qué nunca se deben almacenar juntas estas dos hortalizas. "Nunca, nunca, nunca, guardes juntas patatas y cebollas. Te voy a explicar el por qué", comienza su vídeo.
¿Por qué las patatas y cebollas no deben guardarse juntas?
En primer lugar, la instagramer explica que las patatas son climatéricas, lo que significa que una vez recolectadas van a seguir produciendo un gas etileno que hace que lo que tenga al lado, incluso ella misma, siga madurando "súperrápido". Entonces, si tiene al lado la cebolla, va a hacer que ésta brote o se estropee mucho antes.
Por esta razón, Lora aconseja almacenarlas por separado para asegurar que se conservan durante más tiempo ya que aceleran la maduración de la otra y se estropean con mayor facilidad.
Sin embargo, los tomates y los pimientos rojos, dice mostrando ambos alimentos a cámara, o las espinacas y la lechuga, sí pueden guardarse juntos ya que producen etileno pero se benefician mutuamente.
Ver esta publicación en Instagram
Consejos para conservar las patatas y cebollas en buen estado
Si quieres mantener las patatas y cebollas frescas el mayor tiempo posible, es fundamental almacenarlas de manera adecuada y en condiciones óptimas.
¿Cómo almacenar las patatas correctamente?
- Ambiente seco y oscuro: la luz favorece la aparición de brotes y puede hacer que adquieran un tono verdoso, lo que indica la presencia de solanina, un compuesto tóxico en grandes cantidades.
- Buena ventilación: es recomendable guardarlas en bolsas de tela o rejillas oscuras para permitir la circulación del aire y evitar la acumulación de humedad.
- No lavarlas antes de guardarlas: la humedad residual puede provocar que se pudran más rápido. Lo ideal es limpiarlas justo antes de su consumo.
- Evitar recipientes cerrados: guardarlas en bolsas de plástico o envases herméticos puede favorecer la condensación de humedad, acelerando su deterioro.
¿Cuál es la mejor forma de almacenar las cebollas?
- Lugar fresco, seco y aireado: al igual que las patatas, necesitan un entorno con buena ventilación para evitar la acumulación de humedad.
- Separadas de las patatas: nunca deben almacenarse juntas, ya que el etileno y la humedad que generan pueden acelerar su deterioro.
- Cebolla sobrante en la nevera: si has cortado una cebolla y te ha sobrado, guárdala en un recipiente hermético en el frigorífico para evitar que su olor impregne otros alimentos. También puedes cortarla en trozos pequeños y congelarla para su uso posterior en guisos y sofritos.