El secretario general de los socialistas, Manuel Hernández, ganó holgadamente las elecciones primarias en el PSOE. Lo que no pareció tan lógico fueron sus afirmaciones en relación a que ahora iban a desenmascarar al Partido Popular.
Hernández llegó al PSOE con un halo de seriedad que, de momento, no lo ha pedido, aparte de determinadas decisiones polémicas que tomó tras el Congreso en que fue elegido máximo responsable de los socialistas en nuestra ciudad.
Podrá gustar más o menos, pero con Hernández el partido se abrió a la ciudadanía, aunque en los últimos meses, por distintas circunstancias, parece haber dado un paso atrás.
Es verdad que no hay peor fuego que el amigo y así se lo están haciendo pagar a Manuel Hernández.
En el último pleno, el PSOE volvió a repetir que siempre había realizado una oposición constructiva y porque nos encontremos a doce meses de la celebración de las autonómicas no es el momento de radicalizarse.
En las palabras de Manuel Hernández se denotaba una especie de amenaza hacia el Partido Popular. Incluso, habló de utilizar las asesorías legales para llegar a los tribunales.
Lo normal es que continúen en la línea prevista y que esa proa que afirman han puesto hacia el Palacio de la Asamblea sea juzgada por los electores.