Que cada vez sean más los menores de entre 14 y 17 años que ven en el pase de drogas una alternativa de vida es preocupante, pero que además no vean en ello el delito que supone nos indica que presenciamos impasibles un escenario social en el que los valores de los jóvenes se están perdiendo. Ante esta situación, el juez de menores, la Fiscalía del área y el departamento dirigido por Toñi Palomo se han puesto manos a la obra para poner fin a lo que parece una amenaza para el futuro de la sociedad ceutí. Los dos primeros entes se han coordinado para endurecer las medidas tanto en su duración como en las restricciones de libertad, mientras que el tercero se ha visto obligado a actuar de urgencia adoptando medidas educativas y terapéuticas para compensar esa situación. Un asunto en el que está en juego la sociedad del futuro requiere el esfuerzo de todos para que la crisis o el simple hecho de querer hacer dinero fácil no se conviertan en un arma de destrucción masiva para los valores de la sociedad. Por ello, ante esta situación todos tenemos algo que decir y los padres, sin duda, juegan un papel muy importante. Cuando lo que está en juego es evitar que nuestros jóvenes se pierdan y mañana se sientan sin rumbo todo esfuerzo es válido. Debemos aportar nuestro grano de arena para crear una cultura de rechazo a estas actividades ilícitas que pueden deteriorar el tejido social. Por el bien de todos.