El Círculo de Silencio celebrado este mes de febrero ha recordado a los subsaharianos fallecidos en su intento por cruzar a nado a Ceuta en febrero de 2014. Así,
en plena plaza de la Constitución se ha recordado a Yves, Samba, Daouda, Armand, Luc, Roger Chimie, Larios, Youssouf, Ousmane, Keita, Jeannot, Oumarou y Blaise, fallecidos aquella jornada, bautizada como la del 6F, junto a otro compatriota más que nunca pudo ser identificado.
El pasado sábado se les recordó en la IX Marcha por la Dignidad, al igual que este miércoles en pleno centro, “porque ocho años después seguimos haciendo memoria de esta tragedia, seguimos defendiendo la vida y exigiendo derechos. Seguimos pidiendo justicia y reparación para nuestros 14 compañeros, hermanos y todas las personas que sufren la crueldad de las fronteras”, han expuesto. El Círculo ha recordado a estas víctimas con nombres y apellidos, pero también a las 4.404 personas muertas en 2021 o desaparecidas. Hechos trágicos como el ocurrido el 25 de enero de este año cuando fallecieron más de 18 personas frente a las costas de Lanzarote, a pesar de que desde Caminando Fronteras se avisaba de las llamadas y posiciones de las neumáticas
que habían partido de Marruecos. “De haberse activado a tiempo los medios de rescate, muchas de estas vidas se hubieran podido salvar, porque estas muertes son evitables. Migrar no es solo un sueño, también es un derecho”, han recalcado. Mueren saliendo de Marruecos, pero también en el tiempo de espera para partir, como sucedió con tres niños en el bosque de Nador tras incendiarse la tienda en la que vivían con su madre. “Estos hechos ponen de manifiesto las condiciones precarias en las que se ven obligadas a vivir las personas migrantes en los montes de Nador, porque la vida no es vida si no es digna y segura”.
Foco de atención en las personas que están en las naves del Tarajal
El Círculo ha puesto sus miras en el anunciado cierre
de las naves del Tarajal en donde viven unas 170 personas que pueden verse en situación de calle. “Exigimos a la Ciudad que ponga a disposición de ellas una solución y que no los exponga a una situación de mayor vulnerabilidad”. En el discurso ofrecido se ha puesta en evidencia cómo “las políticas de muerte de la UE empujan a las personas a transitar por rutas peligrosas” y se ha denunciado cómo la ley de extranjería no permite a las personas de países del sur global migrar de forma legal y segura “si no es jugándose la vida”. Se sigue insistiendo en la necesidad de que los familiares de las miles de personas que se encuentran desaparecidas o en el fondo del mar puedan identificarlos o dar sepultura con dignidad a sus seres queridos. Es por ello que se exige un verdadero sistema de acogida, una solución inmediata en el caso de las personas acogidas en las naves del Tarajal o que se implementen políticas públicas con medidas concretas y presupuesto suficiente contra los discursos de odio.