Agentes de la
Policía Nacional han llevado a cabo este miércoles un registro en el interior del polideportivo Santa Amelia de Ceuta, en donde hay acogidos 115
menores que fueron interceptados por las fuerzas de seguridad en la calle tras dictarse el
estado de alarma. Se trata de menores marroquíes que no están tutelados por la Ciudad. A primera hora se han presentado distintas unidades del CNP que han contado con apoyo de la Policía Local, para proceder a un registro de las instalaciones. Del interior han sacado restos de literas destrozadas que han sido introducidos en un contenedor; restos que, como apuntaban las fuerzas de seguridad, podían ser utilizados como arma arrojadiza en el caso de producirse algún incidente en el interior de estas instalaciones deportivas. Los registros han durado varias horas y se ha contado también con unidades caninas. Los menores del ‘Santa Amelia’ están siendo tratados por personal de Cruz Roja y se mantiene control de vigilancia para evitar que puedan producirse altercados. Son menores que vivían en las calles, sobre todo en el puerto, y que no han pasado en su amplia mayoría por el centro bajo tutela de la Ciudad Autónoma.
La misma situación en el pabellón de La Libertad
Mientras la situación en el pabellón de La Libertad sigue igual, con 155 personas acogidas en su amplia mayoría inmigrantes adultos además de algunos transfronterizos que quedaron bloqueados en nuestra ciudad. Vecinos de la barriada próxima a las instalaciones deportivas han mostrado su hartazgo por la situación acontecida. “A diario”, cuentan, “hasta las tres o cuatro de la madrugada” tienen que aguantar ruidos, gritos constantes y a “a las nueve de la mañana otra vez están liados. No nos da tiempo ni a poder descansar”, explican. Los menores que viven en casas próximas permanecen asustados y la tranquilidad de las familias se ve rota por la situación. Reclaman la intervención de las autoridades para que dé traslado a quien es competente, en este caso la Delegación, para resolver este problema. ‘La Libertad’ no es lugar idóneo para acoger a tal cantidad de personas, ni está preparado para ello. Hace unos días se vivió un momento extremo que pudo haber terminado en tragedia de no ser por la rápida intervención de los vigilantes de seguridad que evitaron que uno de los internos se quitara la vida.