Un agente de la policía marroquí no le ha devuelto el saludo al presidente de la Ciudad, Juan Vivas. Las imágenes, curiosas, han sido tomadas durante la tarde de este miércoles, cuando se estaba produciendo la visita de Pablo Casado y la cúpula del Partido Popular al perímetro fronterizo de Ceuta.
El agente que se apostaba en el lado marroquí está uniformado con los trajes policiales de la Direction générale de la Sûreté nationale (Dirección General de Seguridad Nacional), dependiente del Ministerio de Interior marroquí. Se trata de un GMS, cuerpo particularmente cauto, prudente y exigente con el trato con ciudadanos. Tanto es así que en muchos casos son agentes a los que se les exige estar impertérritos. Esa es la posible causa de lo que muchos se han apresurado a calificar de un desplante de una autoridad marroquí al máximo mandatario de la ciudad.
El presidente Vivas ha salido al paso de esta falta de entendimiento con el policía marroquí entre risas, quitándole hierro al asunto ante la atenta mirada del nuevo líder de su partido, Pablo Casado. "Es que no entiende español", ha podido murmurar el presidente de la Ciudad.
Fuentes de toda solvencia han detallado a este periódico que el agente forma parte de un grupo operativo especial de las fuerzas y cuerpos de seguridad del país vecino. Además, han detallado que los agentes marroquíes tienen la orden expresa de no atender las autoridades foráneas con cámaras delante: exigen discreción y un aviso previo, algo que, en este caso, no ha ocurrido.
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