La policía de la capital rusa detuvo hoy a una treintena de militantes de organizaciones opositoras de diverso signo que participaban en una protesta no autorizada para exigir la dimisión del alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov. "Han sido detenidas entre quince y veinte personas", dijo a la prensa el portavoz del departamento del Interior de Moscú, Víctor Biriukov, mientras otras fuentes policiales indicaron que había unos treinta detenidos.
Biriukov aseguró que "los agentes actúan conforme a la ley, sin abusos, y solo emplean la fuerza cuando resulta necesario" durante la protesta, celebrada en la céntrica avenida Tverskaya frente al Ayuntamiento.
Entre otros fueron detenidos Serguéi Udaltsov y Konstantín Kosiákin, los organizadores de la concentración conocida como el "Día de la Ira", y el veterano activista Lev Ponomariov, dirigente del movimiento Por los Derechos Humanos.
Ponomariov, de 68 años, confirmó por teléfono a la agencia Interfax que estaba detenido y encerrado junto a otros activistas en un autobús, y aseguró que los agentes cargaron con dureza contra los manifestantes y actuaron de forma muy violenta.
"Los policías se comportan de forma agresiva, retuercen los brazos a los detenidos", dijo, y añadió que a él lo aprehendieron mientras estaba siendo entrevistado por periodistas y a pesar de que no portaba pancartas ni coreaba consignas.
El portavoz de la policía afirmó que los agentes entraron en acción después de que los manifestantes intentaran cortar el paso en las aceras y desoyeran las exigencias de abandonar el lugar debido a que la marcha no estaba autorizada.
Según las agencias rusas, la policía había acordonado el lugar varias horas antes de comenzar la protesta y estacionó en sus cercanías una veintena de autocares con unidades antidisturbios y camiones con efectivos de las Tropas del Interior.
Los manifestantes, que coreaban la consigna "Moscú sin Luzhkov", denunciaban en particular la pasividad de las autoridades moscovitas durante la actual ola de calor y los incendios forestales en Rusia, que durante días llenaron de humo la capital rusa y dispararon los índices de mortalidad.
La oposición asimismo acusa a Luzhkov de corrupción y de llevar a cabo una política urbanística que solo favorece a los magnates del sector de la construcción, entre los que destaca su propia esposa, Elena Baturina, la tercera mujer más rica del mundo, con una fortuna personal de 2.900 millones de dólares, según la revista "Forbes".
Éste es el tercer "Día de la Ira" convocado en la capital rusa por la oposición extraparlamentaria después de los celebrados los pasados 20 de marzo y 28 de junio, que asimismo fueron prohibidos por el Ayuntamiento y disueltos por unidades antidisturbios.