Cuando me encontraba paseando por la playa del Chorrillo ví por casualidad a un amigo que me había enterado, días atrás, que tenía problemas familiares y me dijo que: “Sabes que me he estado divorciando de mi mujer. Al final lo he hecho pero el problema principal que siempre hay es cuando en vez de tener la unidad familiar dos personas pasamos a tener tres entonces es cuando aparecen los grandes problemas, muy especialmente cuando se eleva todo a la autoridad judicial, es cuando le dan siempre la razón a la mujer y nosotros que somos los que tenemos que llevar el pan a la familia nos quedamos pagando todo pero sin poder disfrutar todo lo que queremos con nuestro deseado vástago, ya que casi siempre es planeado y cuadrado para que se tenga cuando a uno le viene bien en la programación siempre económica. Pero bueno esto se puede curar con el tiempo.
Por eso me puse guapo el pasado sábado y me dejé caer a la zona de fiestas de nuestra querida ciudad, Poblado Marinero, más bien para despejarme un poco de los grandes problemas que me habían caído. La noche empezó bien me fui de garito en garito tomando una copa y otra, hasta que a las cinco de la mañana me vi que mis límites estaban bien colmados entonces fue cuando me dirigí hacia mi coche, cosa que no se lo recomiendo a nadie ya que está muy mal las cosas si te pillan con los límites de alcohol pasados de la rosca, y me dio el punto de desplazarme hasta la playa de San Amaro. Dejé mi utilitario en la parte de arriba y me desplacé hacia el citado lugar a pie. Me senté muy cerca del camino pero junto al mar, siempre me ha relajado escuchar el mar, olerlo, y poner mi mente en blanco, se lo aconsejo a todos los deprimidos. Me dí cuenta que la verdad estaba muy cargado me acerqué al borde la mar y me eché un par de manotazos de agua, me sequé con la camiseta que tenía puesta. Miré hacia mi izquierda y vi a unos treinta metros aproximadamente una mujer sentada. La curiosidad fue instantánea y me acerqué con cuidado porque de noche y con la cantidad de piedras que hay por allí pues podría hacerme daño.
Cuando estuve a su lado empecé a decirle: “buenas noches perdona que me dirija a ti pero estaba por el principio de la playa y te he visto y a esta hora creía que podías estar mal, por eso me he acercado. Me contestó que: “no estaba mal y que si me apetecía podía sentarme junto a ella ya que estaba sola y nunca le ha gustado estar solita”. Me explicó que le gustaba muchísimo el mar y que cuando podía se sentaba a escuchar la dulce melodía de las olas, el viento, y los murmullos de las gaviotas y del mundo que no estaba acostumbrada. Tenía una fobia bastante elevada hacia las personas que intentaban hacer daño al mar ya que decía que sin el nosotros no podíamos vivir. Todos los que intentan sacar pescados con métodos inapropiados como lanzando petardos para facilitar la salida a la superficie de la riqueza de los fondos del mar tienen que pensar que lo que hacen es hacer mucho daño a todo el ecosistema y que también a los peces más delicados como los delfines, ballenas, etc., lo que hacen es desviarles de los rumbos normales y se desorientan, volviéndolos como coloquialmente se dice locos. Tenemos que poner un grado más de atención hacia uno de los pilares de la Tierra como es su “Majestad la Mar”. Después de escuchar todo esto me abrí totalmente y empecé a decirle que: “Hoy he salido de fiesta total para celebrar que me he divorciado, me apetecía salir de “caza mayor”, pero no he conseguido nada, solo tener una “pea” de campeonato que creo que las consecuencias se verán mañana, además no he sido capaz de ligar con ninguna mujer hoy. Lo único que pienso en mi hijo que tiene en la actualidad cinco años y que seguro que mi “ex” lo primero que hará será lanzarme bombas atómicas para que poco a poco se vaya apartando de mí eso no es justo. Mi vida aunque ahora tengo muchísimas preocupaciones como son donde vivir a partir de ahora ya que me he quedado sin casa de un plumazo y eso que yo he trabajado para tenerla la que tenía pero se la ha quedado mi “ex”, es una gran injusticia, pero Dios creo que me ayudará. Ahora solo pienso en qué hacer con mi nueva vida. Creo que entrar en una nueva relación no es viable como está la sociedad actualmente así que no se que hacer. Me levanté cabreado y para que no me viera que estaba llorando me dirigí, para disimular, hacia la orilla para nuevamente echarme un poco de agua salada tanto en la cara como en la cabeza.
Entonces es cuando me dí cuenta que no le había preguntado su nombre, ni siquiera observado como era esa persona que estaba hablando ahora mismo, y que podía ser una indiscreción muy grande lo que estaba yo incurriendo y miré hacia atrás y no la ví. Me quedé un poco pillado y entonces escuché a mi espalda que alguien estaba diciendo: “oye, oye”, y observé como estaba ella metida en el mar me quedé un poco “pillado” y me siguió diciendo: “No me has dicho tu nombre”, le contesté: “Juan”, y ella me siguió diciendo: “pues adiós Juan ya nos veremos otro día si tu quieres”. Y emprendió nadando ruta hacia el fondo de mi visión, donde ya no se veía gracias a que no había ninguna luz por el lugar. Todo lo mencionado me dejó anonadado y no pude reaccionar. Como se que tu tienes una sección en el Faro para estas cosas pues te pido consejo”. Le expliqué que son cosas que pueden pasar ya que después de una fiesta bastante grande pues puede concluir con unas alucinaciones debido a la ingesta de alcohol, droga legal y de otras sustancias no legales. Después de escuchar esta declaración una amiga me dijo que también podía ser que la muchacha se agobiara de lo que le estaba diciendo este “colega” y saliera nadando para quitarse del medio y no escucharle más. Este punto lo descarto y lo añado para poner un poco de humor a un tema tan serio y bonito. Ustedes son los que tienen que catalogar lo que pudo pasar ese día.