Les cerraron la playa por la presión migratoria hacia Ceuta que se ejerce desde Marruecos. Después, por las quejas populares y el paso de un barco del Rey Mohamed VI, decidieron abrirla. Esta es la historia de lo ocurrido en la playa de Puente Negrito, que ha terminado por protagonizar las crónicas del norte de Marruecos.
Las autoridades habían prohibido a los turistas y residentes acercarse a esta playa próxima a la frontera.
Decenas de personas lograron acceder a pesar de que las autoridades del distrito de M'diq-Fnideq intentaron bloquear el paso, argumentando riesgos relacionados con intentos de inmigración hacia Ceuta.
Fueron desplegadas cientos de unidades de las fuerzas auxiliares respaldadas por la Policía, mientras aumentaba el número de manifestantes en la carretera principal que conduce al paso fronterizo de Bab Sebta, coincidiendo con el paso de un barco del rey Mohamed VI cerca de esa playa, donde el monarca pasa sus vacaciones de verano entre las playas de esta región.
La presión fue clara, y finalmente las autoridades retiraron parte de sus fuerzas y despejaron el lugar retirando los vehículos que transportaban cientos de unidades de intervención.
De haber continuado la protesta podría haberse producido una carga de material contra los manifestantes, ya de por sí crispados por las condiciones que vive la zona norte desde el cierre de la frontera.
"La playa ha sido liberada"
Repetían consignas de apoyo al Rey y entonaban el himno nacional al alcanzar la playa. Un miembro del grupo de Fnideq que participó en esta operación dijo: "La playa ha sido liberada de las restricciones" que las autoridades intentaron imponer en las playas de esta ciudad en plena temporada turística.
Los agentes habían cercado la playa desde la mañana con un pequeño ejército de unidades de las fuerzas auxiliares y la Policía, mientras los manifestantes se agolpaban en el lado de la carretera principal que lleva al paso de Bab Sebta. Un testigo en el lugar dijo: "Alrededor de treinta personas, la mayoría niños, se reunieron allí para nadar en la playa".
Esta no es la única playa que las autoridades cerraron debido a sus preocupaciones sobre la inmigración irregular. De hecho, han procedido gradualmente a prohibir el acceso a todas las playas cercanas a la frontera.