La Administración es la que debe dar ejemplo en el cumplimiento de los deberes laborales. Algo que no se está haciendo con los trabajadores del Plan de Empleo que este mes no han cobrado por lo que, oficialmente, se tilda de “ralentización puntual administrativa”. Así se llama ahora a meter la pata y no tener un mínimo de vergüenza. Los afectados son trabajadores que confiaban en cobrar su nómina en los primeros días de este mes y ahora se les comunica que, quizá, lo harán la semana que viene. Es decir, los afectados se pueden joder un poco más y decirle al banco que no les penalice por quedarse en números rojos -algo que no hará- y decirle a sus hijos que ya afrontarán los gastos cuando se les pague por un trabajo que ya han hecho.
"No se ha podido abordar este asunto de una manera tan bajuna y despreciable como la conocida"
Lo más grave es que la Administración no comparece. Son los trabajadores los que ponen en alerta de la situación al comunicar que no han cobrado y que no saben cuándo lo harán. Es entonces cuando la Delegación del Gobierno da una irrisoria explicación olvidándose de sus comparecencias estrella cuando presentaba unos planes que iban a cambiar las vidas de las familias beneficiadas. La excusa de que la UPD tampoco ha cobrado me parece de lo más bajuno que se puede ofrecer. Pero hemos llegado a un punto en el que realmente creo que les da igual. No les afecta, no tienen la intención de dar la cara y explicar a los trabajadores qué ha sucedido, mucho menos esperan dar soluciones a los problemas que tienen. Los sapos de Madrid se los come la Delegación sin protestar. El gobierno alianza PSOE-Unidas Podemos obvia las consecuencias sufridas por unos trabajadores que tienen que afrontar pagos de recibos, deudas, además del mantenimiento diario de sus familias.
Lo que ha sucedido, que es gravísimo, se considera un mero percance para la administración
Pero aquí no sucede nada, lo consideran un ‘percance’ que no va con quienes tienen una nómina garantizada aunque sean incapaces siquiera de hacer bien su trabajo. Cobrar sin trabajar correctamente tiene un nombre, feo por supuesto, pero en esta cadena de despropósitos puede pasar y suceder de todo porque la Administración es intocable. La soberbia la han aprendido bien en la vida, aunque sigan arrastrando la O de obrero como bandera cuando ya la perdieron.