El Proyecto de Prevención de la Delincuencia de Menores Extrajeros Solos en las calles de Ceuta (PREMEDECE) que la Ciudad Autónoma y el Instituto Andaluz Interuniversitario de Criminología (IAIC), a través del Observatorio Criminológico del Sistema Penal ante la Inmigración (OCSP) de la Universidad de Málaga (UMA), han conveniado desarrollar durante un año comenzará a trabajar en la calle el próximo jueves. Pasado mañana comenzará la formación del personal incorporado, que incluye voluntarios de la institución andaluza, cuatro personas contratadas con dominio de dariya (y en algunos casos larga trayectoria trabajando con perfiles similares en el país vecino), policías locales, etc.
Las sesiones formativas correrán de la mano de la responsable del Área de Migraciones e Igualdad de Trato del Defensor del Pueblo, Elena Arce; de la jefa del Área de Menores de la Ciudad, Toñi Palomo; y de la profesora titular de Derecho Penal y Criminología de la UMA Elisa García.
El programa, “pionero”, aspira a “prevenir la delincuencia y victimización de los menores a través de una intervención personalizada y especializada”.
“El reto”, consideran los promotores de la iniciativa con los que ha podido hablar El Faro, es “encontrar soluciones individualizadas y duraderas que permitan su establecimiento a largo plazo en condiciones de normalidad y estabilidad”.
Ciudad y UMA han tendido puentes durante las últimas semanas y meses hacia distintas entidades sociales y oenegé para implicarlas en las actividades que se irán desarrollando desde la convicción de que “si bien el objetivo general es reducir las situaciones de riesgo delictivo de los MENA en las calles, este necesariamente se alcanza a través de estrategias de protección e inclusión social”.
Las fases de ejecución del proyecto incluyen una primera de “diagnóstico” para “localizar y cuantificar a los extranjeros menores de edad que están solos en las calles para valorar de manera individualizada su situación”. Después se les “asistirá” para “dignificar su persona y vehicular el tratamiento a seguir” en las fases de “prevención de delitos” e “intervención”.
El proyecto se dirige a los menores extranjeros no acompañados (MENA) que “por diferentes motivos” se encuentran en la calle: por miedo a ser repatriados, por frustración del menor, por conflicto de intereses entre el menor y el centro de acogida, por falta de adaptación del centro a las necesidades del menor, los atractivos de la calle, etcétera”. Se parte de que se encuentran en una situación “sin familiares adultos que los protejan y sin referentes pro-‐sociales que pongan límites a sus comportamientos y los acompañen adecuadamente en su crecimiento personal, sin hábitos de alimentación e higiene adecuados”.
La Consejería de Sanidad sigue trabajando en el diseño del programa que se ha pensado ejecutar de la mano de alguna oenegé especializada en actuaciones con migrantes para atender y acompañar en las calles a los Menores Extranjeros No Acompañados (MENA) que rechazan las medidas ordinarias de protección de la Administración.
La Ciudad ha pensado en conveniar o sacar a licitación, según informen los técnicos, la puesta en funcionamiento de cuatro unidades móviles con un equipo de cuatro profesionales cada una (conductor, educador y trabajador social y personal sanitario) que no solo estén en contacto directo con los niños y adolescentes con ese perfil, sino que también contribuya a diluir la inquietud ciudadana que generan las escenas constantes de grupos de jóvenes por la zona portuaria, sobre todo.
Entre las opciones barajadas por la Administración de manera preliminar para la ejecución del proyecto está Cruz Roja porque reúne varias ventajas, entre otras su amplia red de voluntariado en la ciudad y su presencia internacional, que ya ha ayudado en múltiples ocasiones a la Ciudad Autónoma para la localización de familiares de niños de origen subsahariano llegados a Ceuta sin compañía y que podría jugar un papel importante también con el país vecino.
La Ciudad Autónoma ha llegado al final de esta semana con un total de 215 jóvenes extranjeros que todavía no han cumplido 18 años acogidos en los distintos centros de la Administración local, número cerrado antes de que la Guardia Civil interceptase, anteayer por la mañana, a treinta más en un operativo para desmantelar los asentamientos irregulares de las escolleras del Muelle de Poniente (18 el viernes y doce más el jueves).
Sin contar todavía a ese grupo, en las dependencias de protección de realojos temporales de ‘La Esperanza’ había 144 menores varones de nacionalidad marroquí, 29 nacionales de la República de Guinea, dos de Camerún, uno de Mali, otro de Argelia y no más de Gambia. En el Centro de Protección ‘Mediterráneo’ están acogidos 24 féminas menores, una de la República de Guinea y el resto del país vecino. En ‘San Ildefonso’, para los foráneos más pequeños, solo hay dos marroquíes y un guineano, mientras que en el Centro de Reforma de Punta Blanca hay nueve menores de Marruecos y uno de la República de Guinea.
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