Casi cuatro años después de encargar a Tragsa la construcción de una nueva pista deportiva cubierta con plaza pública y local social en Juan XXIII, en Ceuta, por 3,1 millones de euros, encomienda fallida por distintos contratiempos ligados a la necesidad de micropilotajes que disparaban su coste hasta cerca de cinco millones de euros, la Ciudad Autónoma ha reformulado íntegramente el proyecto para satisfacer las necesidades de ese tipo de equipamiento de la barriada con un coste (menos de un millón) y un plazo de ejecución (4 meses) mucho más bajos que la idea original.
El Gobierno de Vivas prevé sacar a licitación durante las próximas semanas por unos 900.000 euros, IPSI incluido, la ejecución de una pista de fútbol 5 sin techo con césped artificial, para lo que se quiere reutilizar parte del retirado del ‘Alfonso Murube’.
El campo contará con un sistema de riego “programable e inteligente”
Para el mantenimiento del césped de la pista de fútbol se ejecutará un sistema de riego por aspersión en toda su superficie. Será “inteligente y programable” y complementará los diferentes trabajos manuales ordinarios de mantenimiento que se desarrollarán por los profesionales encargados del mismo.
Además, las obras incluirán la construcción de vestuarios para los usuarios de la pista y un local social para el vecindario de la barriada con módulos prefabricados, al estilo de los utilizados en los campos construidos en el acceso al Príncipe por el puente del Quemadero.
Las instalaciones contarán con dos accesos, uno peatonal y otro para vehículos junto al que se dispondrán ocho plazas de aparcamiento para los vehículos de los usuarios, una de ellas adaptada.
El proyecto elaborado también contempla las actuaciones necesarias consistentes en el cerramiento de todo el perímetro exterior a las instalaciones con un muro de bloques de hormigón con rejas empotradas antivandálicas en la zona superior.
La actuación incluirá vestuarios para los usuarios de la pista y un local social prefabricado
La pista contará con una red de fondo de nylon para evitar la salida al exterior de balones durante los partidos que se disputen, algo “de gran importancia debido a la proximidad con viales por los que se registra un alto tránsito de vehículos”. Se sostendrá con una estructura de tubos de acero galvanizado de 4 metros de altura anclados.
La colocación y puesta a punto de la edificación, que será “prefabricada en su totalidad”, prevé una losa de cimentación sobre la que irá anclada.
En el talud perimetral se instalará una malla orgánica biodegradable elaborada con fibras naturales de coco para controlar la erosión que se fijará al terreno con anclajes de acero corrugado. Además, se sembrarán plantas a razón de una por cada metro cuadrado de ladera.
La superficie sobre la que se actuará se eleva a 1.850 metros cuadrados en los que será preciso ejecutar un movimiento de tierras para nivelar el terreno a pesar de que el solar no presenta ningún desnivel brusco y se encuentra actualmente sin ninguna edificación con un acceso por camino rodado en su lindero sur.
Los desniveles son considerables en los límites del solar, con diferencias de cotas de hasta 16 metros entre el lindero norte y el sur. La parcela está comunicada con vías urbanizadas, por lo que se distribuirán las distintas infraestructuras de saneamiento y suministro eléctrico “a través de la más conveniente”.
La zona de Juan XXII fue incluida en el Plan de Barriadas 2015-2019 para la remodelación de la pista polideportiva situada en sus inmediaciones con un ambicioso proyecto encargado a Tragsa, que se topó con múltiples avatares “de carácter técnico” que acabaron bloqueando su ejecución.
Al final, tal y como explicó el consejero de Fomento, Alejandro Ramírez, en el Pleno, el Ejecutivo decidió abortar su idea original y optar por una alternativa “más económica y rápida en su ejecución” teniendo en cuenta que el nuevo ‘Díaz-Flor’, ubicado en las inmediaciones, también cubrirá las necesidades del área.
“Impulsar el deporte” y dar al vecindario un lugar de reunión con “compromiso ambiental”
El nuevo proyecto de pista deportiva con local social para Juan XXIII parte de un doble objetivo. Por un lado, contar con una infraestructura que contribuya a “impulsar la práctica de actividades lúdico-deportivas en la población” de la barriada. Por otro, ofrecer a los residentes “un espacio de reunión para los vecinos de la zona”.
Además, el planteamiento efectuado por el arquitecto Juan Manuel Sánchez introduce “un compromiso medioambiental” desde su fase de redacción de proyecto hasta la de ejecución y uso “a través de la replantación de diferentes especies vegetales que proporcionen una diversidad ambiental a la zona y la introducción de sistemas de generación de energías renovables por medio de la instalación de paneles fotovoltaicos con capacidad de producir suficiente energía para autoabastecerse”.
El primer plan redactado por la Oficina de Coordinación de Inversiones y Supervisión de Proyectos Externos (OCISPE) preveía la construcción de una cubierta para la pista deportiva del barrio, plaza pública y la reedificación de un nuevo local social.
Todo iba a costar algo más de 3 millones en unas obras que se alargarían 7 meses con el propósito de disponer de la pista deportiva con independencia de las condiciones meteorológicas con el propósito de “maximizar” su aprovechamiento, aunque la finalización del nuevo polideportivo de Miramar, que todavía no se ha abierto al público a la espera de la urbanización de su exterior, ha minimizado la necesidad de una actuación tan costosa.
El proyecto contemplaba la demolición del edificio anexo, usado como local social, y la construcción de uno nuevo en el mismo lugar pero mayor y con mejores instalaciones (con iluminación natural, local de reuniones, vestuarios...). Su fachada daría a una plaza propuesta para paliar la escasez de espacios públicos de estancia en ese entorno, el de las barriadas Juan XXIII y O’Donnell.
Una vez que empiece las obras, y vaya todo bien, lo siguiente que es muy importante, es que haya elecciones, para elegir un nuevo presidente,
Solos pistas de fútbol, el resto de deportes no interesan… Pan y circo!
Después de casi cuatro años se da a conocer la "cagada" del equipo de gobierno y de sus servicios técnicos con este proyecto.
Después de casi cuatro años de silencio y de justificaciones infantiles de los responsables de la Consejería de Fomento, los vecinos de la barriada Juan XXIII, pueden conocer la verdadera razón de la paralización y no ejecución del proyecto proclamado a bombo y platillo de la "PISTA DEPORTIVA CUBIERTA CON PLAZA PUBLICA Y LOCAL SOCIAL EN JUAN XXIII", como se nos vendió a toda la barriada y que hoy se nos queda en una pista no cubierta con césped artificial en desuso y un local social de módulos prefabricados.
Para esto hemos tenido que esperar cuatro años.
Donde están los responsables de tal desaguisado, quien se responsabiliza del costo de todo lo ejecutado y que hoy se queda enterrado, quien se responsabiliza de su adjudicación a Tragsa, empresa calificada por el Sr. Presidente del Gobierno de la Ciudad, como modelo de eficacia y rapidez en la ejecución de sus trabajos.
Los vecinos de la barriada Juan XXIII consideramos y al mismo tiempo solicitamos al Gobierno de la Ciudad una aclaración de todo lo ocurrido con este asunto por considerarnos totalmente engañados y manipulados.
Se puede planificar una tercera pista, Ceuta está llena de deportistas. Ya tenemos una más está , la siguiente, donde?, Viva el deporte, venga pistas deportivas.
que en 4 meses estará la obra realizada?
Césped artificial con sistema de riego automático?
A ver quien se lo cree...
Y después de 4 meses quien se queda con el mantenimiento?
Cómo siempre morirá lo realizado, pues costará mucho el mantenimiento...