El
Gobierno de la Ciudad de Ceuta quiere que la pista de
atletismo de Loma Margarita, que ya cuenta con un campo de césped natural en medio para la práctica de
fútbol y rugby, se convierta en un complejo deportivo y lúdico de referencia para toda Ceuta y especialmente para esa parte del extrarradio. A tal efecto, el Ejecutivo local prevé encomendar a
Tragsa el proyecto y las obras de construcción de una segunda parte de la infraestructura que será mucho más ambiciosa de lo planteado inicialmente. Según las fuentes consultadas por este periódico, se mantiene la idea de levantar un graderío junto la entrada actual a las calles del óvalo, donde actualmente se encuentran acopiados materiales tras la primera fase de las obras, en cuyos bajos se habilitará una pista ‘indoor’, un gimnasio y un ambigú. Además, la administración piensa encargar al medio propio la
habilitación de una piscina al otro lado del acceso principal al complejo. Enfrente, en la zona donde se haya un gran muro de contención que sujeta el montículo ubicado detrás, se quiere efectuar un desmonte para construir una galería de tiro subterránea, espacios con arena para la práctica de disciplinas como voley-playa y un parque.
El complejo tendrá gimnasio, espacio para disciplinas de arena y un parque lúdico
“La idea es que la pista sea mucho más que un espacio solamente para la práctica de atletismo en sus distintas modalidades, fútbol o rugby, sino que también dé cabida a la natación y similares en una piscina con un tamaño más reducido que la que tendrá la del ‘Díaz-Flor’, a especialidades de playa sobre arena y a disciplinas de tiro, cuyos aficionados carecen hasta ahora de un espacio acondicionado expresamente para ellas”, indicaron fuentes conocedoras de las intenciones del Gobierno. El objetivo pasa por que el complejo, una vez terminado, sea autosuficiente energéticamente, línea en la que ya se ha avanzado en la ejecución de la primera fase del proyecto, que terminó a finales del año pasado. Con ese propósito, el edificio de oficinas y vestuarios ya disponible cuenta en su cubierta de 800 metros cuadrados con 80 paneles solares capaces de producir 40 KW/hora. Ese caudal de energía se vuelca a la red cuando no se utiliza al completo en un equipamiento que, con sus cuatro torres de luz a pleno rendimiento, consumirá cuando se abra al público un máximo de 85 KW/hora, con lo que se compensará en todo o en parte su consumo. Las obras de la pista comenzaron en abril de 2019 y terminaron el verano pasado con una demora sobre los plazos inicialmente establecidos de 6 meses. Su coste final ha ascendido a algo más de 6 millones de euros con impuestos. El espacio central de la pista, con césped artificial, incorpora un manto geotextil con arena "de primera calidad" traída desde Arcos de la Frontera y una red de drenaje en espina de pez que con las lluvias de hasta 200 litros por metro cuadrado que ya ha recibido ha demostrado su efectividad. El inmueble anexo incluye, además de espacios para el personal del ICD que se encargará de su funcionamiento, dos vestuarios con 144 taquillas cada uno para hombres y mujeres y otro para árbitros. La pista, con 6 calles, está homologada para acoger pruebas de primera y para la realización de prácticas de atletismo y carreras de 100, 200, 400, 800, 3.000, 5.000 y 10.000 metros lisos y 110 y 400 metros en vallas, así como relevos, pruebas de 3.000 obstáculos, salto de altura, salto de longitud, triple salto, salto con pértiga, lanzamiento de martillo, de jabalina y de peso.