El Parador La Muralla de Ceuta está este miércoles de despedida. Pilar Atencia, después de 44 años trabajando en este lugar, se jubila y dice adiós a más de media vida de trabajo, recuerdos y muchos compañeros que, sin duda, nunca la olvidarán.
Entró a trabajar en el establecimiento hotelero con 19 años y se despide de él con 63. Comenzó como “camarera de piso, luego fue ascendiendo a subgobernanta y por último gobernanta”. “Todo ha sido constancia y superarme como persona porque no me quería quedar estancada, quería llegar a algo y me he demostrado que mi departamento, que es el de pisos, lo he llevado bien cuando nunca me han dicho nada”, resume.
Ella ha sido un pilar fundamental para todos sus compañeros durante todos los años de trabajo, por eso, no han dudado en decirle adiós como se merece. Para ello, han organizado una fiesta en la terraza del hotel donde no faltó ningún compañero, ni tampoco comida, bebida, una tarta y los numerosos regalos que le hicieron.
De parte de todo el equipo, le han entregado una placa conmemorativa, un conjunto de joyas, un neceser y hasta un ramo de flores rojas de parte de su marido. Las lagrimas de emoción también han estado muy presentes y sus compañeros no han dudado en dedicarle bonitas palabras, coincidiendo todos en que es una mujer “luchadora, fuerte y con un corazón que no le cabe en el pecho”.
Además, de ella han destacado que está “siempre para todo lo que la necesitamos. Es de agradecer la labor que hace”. Asimismo, han hecho hincapié en darle las gracias por tantos años de compañerismo y en desearle lo mejor en esta nueva etapa de su vida a la que a Pilar le va a costar acostumbrarse.
“Me siento rara porque son muchísimos años trabajando aquí... Esta es mi segunda casa... Mi segunda familia, he pasado muchos ratos buenos y también malos, pero todo ha salido para adelante y esto me ha ayudado como persona. Mañana me veo a las 6.15 poniéndome la ropa para venirme para trabajar. He estado más aquí que en mi casa, he disfrutado más de esto que de mis hijos y ahora intento disfrutar de ellos y de mi nieta”, ha expresado con lágrimas en los ojos.
Tantos años dan para muchos recuerdos, tantos que no sabría con cuál quedarse, aunque los “más importantes para mí son los compañeros que han fallecido por diferentes causas. Hemos compartido muchos ratos buenos y de risas. Son mi segunda familia y aunque me voy hoy siempre estaré aquí para lo que les haga falta, cualquier duda o cualquier cosa en que les pueda ayudar”.
Aunque todos los compañeros la echarán de menos, uno de los que más notará su ausencia será Manuel Calderón, que siempre le estará agradecido “porque desde el primer momento que ella se quedó de gobernanta no dudó en nombrarme a mi se segundo. Ella me ha enseñado y apoyado, de hecho el año pasado me examiné y aprobé de subgobernanta gracias a ella y le tengo que agradecer todo porque ha apostado como si fuera su hijo para avanzar en mi vida”.
También María Angustias Ruiz, compañera y amiga desde hace 34 años manifiesta su “alegría” por esta prejubilación y lo que más le desea “es mucha salud y mucha felicidad”. Además, de ella ha dicho que era “súper organizada, buena persona, buena compañera y que la quiero mucho. La voy a echar mucho de menos”.
Por su parte, otro compañero, Antonio Flores, ha querido destacar que Pilar Atencia “se ha portado muy bien con la gente y ya es hora que ella disfrute. En nombre de todo el personal le deseamos que le vaya bien, tenemos recuerdos espectaculares, en las fiestas, en Navidades, en todas las despedidas, no tenemos palabras para decir de ella, se merece lo mejor del mundo”.
Así, con tantas muestras de afecto y cariño, Pilar Atencia se despide del Parador para disfrutar de su familia orgullosa de todo el trabajo que ha realizado durante cerca de medio siglo.